Ciudad Perdida
Una historia llena de votos
Búsqueda de acuerdos previa a los comicios
Invitación amable al candidato de la coalición
Déjeme platicárselo tal como nos lo relató un buen amigo, muy cercano a Elba Esther Gordillo, la lideresa de un sindicato controlado por y para la derecha.
Resulta que ya empezada la campaña, cuando todos los candidatos presidenciales miraban inalcanzable a Andrés Manuel López Obrador, la administradora de las cuotas sindicales de más de un millón de trabajadores de la educación buscó un encuentro con el ex jefe de Gobierno de la ciudad de México.
Quien estaba a cargo de realizar el enlace puso manos a la obra y pidió a Manuel Camacho Solís, a quien conocía desde el salinato, que buscara la forma de sentar a la maestra con el candidato de la coalición Por el Bien de Todos.
La reunión tenía carácter de urgente. Según la peticionaria, se tenía que llegar a acuerdos ya con Andrés Manuel López Obrador, para poder transitar en lo que restaba de la campaña. Así lo pregonaba la madrina de Feli-pillo. Camacho, nos platican, escuchó la propuesta.
Pasaron los días y cuando menos un par de semanas sin que recibieran noticia de Camacho. Entonces el enviado de Gordillo, en aquellos momentos bajo mucha presión, buscó al ex regente de la capital.
El silencio, convertido en respuesta obvia, parecía no ser suficiente para hacer entender a la maestra cuál era la postura de López Obrador respecto de una posible entrevista en la que se amarraran acuerdos con miras a la elección.
Y como el que busca encuentra, el enviado de Gordillo halló por fin la respuesta a aquella amable invitación. López Obrador rechazó cualquier posibilidad de encontrarse con ella. Su mensaje era diáfano: no quiero llegar atado a la Presidencia con acuerdos que puedan distorsionar lo que he prometido a la gente.
Para Elba Esther Gordillo la negativa fue humillante. Pero la mujer con más posibilidades de manipular una gran cantidad de votos corporativos, que ofrecía acuerdos, es decir, sufragios a favor de quien satisficiera sus deseos, sentía el desprecio a su oferta de ayuda, más como una ofensa, como un reto, cuando menos en ese momento, porque no creía que hubiera alguien, y menos López Obrador, que pudiera negarse a ser el beneficiario de los sufragios que la lideresa del magisterio -según ella- maneja como suyos.
Por eso no cejó en el intento. Ahora el ataque vendría sobre el presidente del PRD nacional, Leonel Cota Montaño. Era tanta la soberbia de la lideresa, que puso en duda la gestión de Manuel Camacho. No daba crédito, no entendía que la política y la ética también pueden correr juntas.
Cota recibió, al igual que Camacho, el mensaje. La dueña de la voluntad electoral de los maestros de México tenía en oferta una muy buena cantidad de sufragios que bien podrían ir a parar a la coalición Por el Bien de Todos.
Para nadie era un secreto la amistad de Elba con Marta Sahagún, menos aún, que era consejera de Felipe Calderón, así que más que acuerdos imposibles, Gordillo pretendía poner otra trampa a López Obrador. O más que eso.
Trataba de seducir al Peje con el olor rancio del voto corporativo. De hacerlo entrar al laberinto de los acuerdos inconfesables para perderlo en los senderos que no llevan a ningún lado, y luego asestarle el golpe traidor.
No obstante, Leonel Cota escuchó la petición y la puso a consideración de López Obrador. Otra vez pasaron días de silencio y una vez más la respuesta fue contundente: cero acuerdos, ningún trato que implicara dar la espalda a los compromisos adquiridos con la gente. No hubo entrevista.
Así, Elba Esther hizo lo que siempre tuvo en mente hacer: tocar el resorte de sus incondicionales en el IFE (para eso también es madrina de Ugalde), y luego cacarear el huevo, proclamar a quien sí se puso a sus órdenes, a quien sí cayó en el engaño, como su presidente, el de ella, su Feli-pillo.
Actos en Madrid
Estudiantes y residentes mexicanos en Madrid se manifestarán el domingo 30 de julio para exigir que se realice un conteo voto por voto, casilla por casilla, y que haya transparencia en los resultados de las recién celebradas elecciones en México. La manifestación será a las 18 horas para coincidir con la marcha y la asamblea informativa que se realizarán en la capital mexicana. La cita tendrá lugar en el acceso del Parque del Retiro que da a la Puerta de Alcalá.