Caracteriza The Economist el fenómeno de la globalización como un barco que se hunde
Más presencia de China en AL por fracaso de negociaciones en OMC
La Cepal considera que el impasse en pláticas comerciales afectará a América Latina y el Caribe
Ubica ministro indio Ronda de Doha entre el área de cuidados intensivos y el crematorio
Ampliar la imagen El subsecretario de Comercio Internacional de Estados Unidos, Franklin L. Lavin, monta una motocicleta Harley Davidson, en la presentación de la legendaria marca en Pekín Foto: Ap
Un participante inesperado aumentará su presencia económica en América Latina y el Caribe, como una de las consecuencias del fracaso de la Organización Mundial de Comercio (OMC) por impulsar una nueva ronda de liberalización del flujo de mercancías.
Es China, el gigante asiático, que, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), buscará a partir de ahora tejer acuerdos de libre comercio con países de la región.
El año pasado, China logró incorporarse como socio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), lo que además de fortalecer su presencia en la región abrió la puerta para que pueda participar en las licitaciones gubernamentales.
En América Latina es notable la carencia de infraestructura: el Banco Mundial aseguró en un reporte de agosto de 2005 que en la región gasta en este renglón menos de 2 por ciento de su producto interno bruto, menos que el 3.7 por ciento registrado entre 1980 y 1985 y muy bajo del que, según el organismo, se requiere, de 4 a 6 por ciento del PIB.
Un reporte especial de la Cepel, divulgado la noche del viernes, consideró que para Latinoamérica y el Caribe es importante que no se mantenga un impasse en las negociaciones comerciales.
"La suspensión de las negociaciones en el marco de la OMC impulsará activamente la agenda de negociaciones bilaterales emprendida por Estados Unidos y la Unión Europea y los países de Asia, más recientemente China", indicó la Cepal, un organismo de Naciones Unidas.
Después del colapso de las pláticas en la OMC, añadió, habrá cada vez más países dispuestos a buscar acuerdos bilaterales o regionales. "Esto significará mayor discriminación para aquellos países de la región que se encuentran fuera de algún acuerdo con los mercados relevantes", añadió.
El 24 de julio pasado, Pascal Lamy, director general de la OMC dio a conocer en Ginebra, Suiza, donde está la sede del organismo, que las negociaciones de la llamada Ronda de Doha -por la capital de Qatar, donde fue lanzada la iniciativa a finales de 2001, poco después de los ataques contra Nueva York y Washington DC- estaban suspendidas.
Puesto que las pláticas debían concluir originalmente con un acuerdo a más tardar en 2005; que el tema central, la eliminación de subsidios agrícolas, a la que se oponen los países ricos de Europa, Estados Unidos y Japón, está entrampado; y que la autoridad del presidente de Estados Unidos para negociar acuerdos sin que sean enmendados por el Congreso de su país vence a mediados del próximo año, la declaración de Lamy sonó como un eufemismo. Kamal Nath, ministro indio de Comercio, declaró a la revista The Economist: la Ronda de Doha "se encuentra definitivamente entre el área de cuidados intensivos y el crematorio".
Sistema multilateral
El colapso de las platicas de liberalización comercial, que la Cepal cree que debe ser superado para "preservar el sistema multilateral de comercio", es, desde otro punto de vista, un colapso también del sistema de globalización económica impuesto hasta ahora. The Economist, en su edición de está semana, habla del colapso de las pláticas de la OMC y caracteriza al futuro de la globalización como un barco que se hunde en el océano.
En el caso de América Latina, la Cepal consideró que después de lo ocurrido la semana pasada con la OMC, el Mercado Común del Sur (Mercosur) "probablemente deba regresar a la mesa de negociaciones con la Unión Europea e incluso deba evaluar si, en ausencia de resultados en Doha, no cabría considerar alguna modalidad de negociación con Estados Unidos".
Según la Cepal, la conclusión natural después de lo ocurrido este mes es que se deben retomar las negociaciones de la OMC en el más corto plazo posible, "probablemente a fines de 2006". En todo caso, añadió, hasta ahora nadie ha retirado las ofertas que estaban en la mesa "y eso es muy positivo".
Sin embargo, dijo que sin que se haga un compromiso explícito de los países de mantener los acuerdos logrados hasta ahora y sin una presión para que se reanuden las negociaciones, "existe el riesgo de que pasen varios años antes de retomar las negociaciones en el marco de la OMC, lo que sería un pésimo escenario para los países en desarrollo".