Nuevos atentados de la resistencia dejan al menos 11 muertos y 35 lesionados
Se multiplican en Irak los plagios y los ataques contra las fuerzas invasoras
El premier japonés da por concluida la misión de sus tropas en provincias iraquíes
Bagdad, 29 de julio. Al menos 11 personas murieron este sábado en Irak, donde los atentados, secuestros y asesinatos continuaban multiplicándose, al igual que los ataques contra las fuerzas estadunidenses. Cuatro personas fallecieron y 16 resultaron heridas por la explosión de un coche bomba cerca de una gasolinera en la norteña ciudad de Kirkuk, según un primer balance policial.
También en el norte del país, hombres armados asesinaron a tres civiles y un policía en Baquba. Un hombre fue ultimado en Samarra, y cerca de Tikrit, antiguo feudo de Saddam Hussein, una mujer perdió la vida y otra resultó lesionada por disparos de cohetes.
Al sur de la nación invadida fue abatido un maestro que fue integrante del partido Baaz, del depuesto Saddam Hussein, según la policía en la localidad de Nasirya.
Durante la mañana se registraron dos atentados en Bagdad que no causaron muertos pero sí 18 heridos, tres de ellos agentes de seguridad.
Por su parte, el ejército estadunidense perdió el jueves en combate a cuatro marines en la provincia sunita de Al Anbar, al oeste de Bagdad, anunció este sábado. Con éstos son ya 40 los soldados asesinados en los últimos 30 días, para sumar un total de 2 mil 571 bajas en Irak desde la invasión, el 20 de marzo de 2003, de acuerdo con un recuento establecido por la Afp con base en cifras del Pentágono.
En tanto, el primer ministro japonés, Junichiro Koizumi, cerró oficialmente este sábado la misión de dos años y medio llevada a cabo por las tropas de su país en Irak, despliegue histórico para esta nación que se considera pacifista.
"Estoy orgulloso porque todos ustedes volvieron sanos y salvos", expresó Koizumi en una ceremonia organizada en la base militar de Asaka, cerca de Tokio.
"Es formidable que hayan completado su misión sin disparar ni sufrir una sola pérdida", agregó ante los 600 militares ahora reunidos en Asaka, pero que durante dos años y medio participaron en una misión de reconstrucción en el pueblo de Samawa, sur de Irak.