Deja fuera el lado humanitario, además que desconoce nuestras carencias, expresan
Deudos de mineros muertos, indignados por la declaración de Salazar Sáenz
Las declaraciones del secretario del Trabajo, Francisco Javier Salazar Sáenz, en el sentido de que "no les está yendo tan mal" a las familias de los 65 mineros muertos en la carbonera Pasta de Conchos, en Coahuila, a cinco meses de la tragedia, demuestran su desconocimiento sobre deficiencias de los deudos, aseguraron esposas de algunos de los trabajadores fallecidos en ese incidente.
El pasado viernes, el titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) argumentó, durante una conferencia en la residencia oficial de Los Pinos, que debido a que la empresa otorgó 750 mil pesos de "indemnización" a cada una de las familias de los mineros, y entrega el "salario íntegro" por jornada triple, no les iba mal a los deudos de los carboneros de Pasta de Conchos.
Elvira Martínez señaló que la opinión del funcionario federal "es cuestión de criterios", pues con sus declaraciones, Salazar Sáenz "piensa que sólo con dinero podremos superar una pérdida tan grande".
Asimismo, indicó que los 750 mil pesos que el Grupo México les dio a algunas de las familias no son contemplados como una indemnización, como aseguró el titular de la STPS, sino una "ayuda humanitaria", pues aún no pueden recibir recursos de indemnización porque no se han hallado los cuerpos.
Por su parte, Rosa María Alcocer, viuda de otro de los trabajadores, expresó que "casi nada de lo dicho" por Salazar "es cierto", salvo que los trabajos para el rescate de los cuerpos ha sido lento.
Afirmó que su marido recibía 82 pesos por turno, y que si el secretario considera que al multiplicarlo por tres la vida mejora, "se equivoca, porque para las que tenemos tres o cuatro niños esa cantidad es insuficiente". Agregó que con sus aseveraciones, el funcionario federal "deja fuera el lado humanitario, porque sólo se basa en lo económico".
En ese sentido, Elvira Martínez añadió que aunque cuente con recursos económicos suficientes, "cómo explico a mis hijos dónde está su papá".
Ambas viudas consideraron que lo fundamental del caso, antes que una indemnización económica, es el rescate de los cuerpos y el castigo a los responsables de que se produjera la explosión.
Invitaron a Salazar y "a cualquiera que quiera saber lo que estamos pasando, que se vengan a dar una vuelta por acá, para que vean cómo está la mina y cómo vivimos nosotras".
Denunciaron que los representantes de la empresa, auspiciados por autoridades federales, han coartado su libertad de expresión, pues quitaron las mantas que colgaban alrededor de la mina en las que exigían justicia; además de que las revisiones personales para acercarse al lugar de la tragedia se han incrementado.