Dice que su sucesor "lo va a hacer muy bien y México va a seguir caminando"
"Sólo sobre la ruta de la legalidad puede construirse la certidumbre", afirma Fox
Santa Ana Chiautempan, Tlax., 2 de agosto. El presidente Vicente Fox terminará su gestión igual a como la inició. El 30 de noviembre por la noche irá a la Basílica de Guadalupe a "darle las gracias" a la Virgen y antes, ese mismo día, "voy a hacer algún buen acto de trabajo". Y ya para el primero de diciembre, continuó, "felicidades al nuevo presidente; le voy a pasar la banda presidencial, le voy a pasar la responsabilidad. Sé que lo va a hacer muy bien y que México va a seguir caminando, no por el presidente sino por ustedes, ustedes valen mucho", dijo ante colonos tlaxcaltecas.
Así, para quien estuviera interesado en saber cómo será el epílogo de su gestión, el primer presidente del Partido Acción Nacional (PAN) adelantó su programa de despedida antes de volver a su rancho en Guanajuato. "Afortunadamente regreso a casita, a montar a caballo, a darle besos al nieto, al Vico, a estar cerca de mi querida esposa Marta y a escribir algunas memorias y a leer''.
En el último día en Los Pinos, comentó a la gente que lo escuchaba, "me van a pescar trabajando en algún lado".
Así, con ganas de hablar en primera persona, el jefe del Ejecutivo también rechazó a quienes le digan, dadas sus cifras alegres en materia de empleo, "Presidente, usted vive en Foxilandia o dónde vive usted''. Porque en México, argumentó, "hay desempleo por un lado y hay empleo por el otro''.
La diferencia en este fenómeno es la educación, expuso Fox Quesada, pues para aquellos 100 mil empleos vacantes que, según sabe, existen en ciudades fronterizas como Tijuana, Ciudad Juárez, Piedras Negras, Acuña, Matamoros y Laredo, se solicita que los aspirantes tengan bachillerato "completo", pues se trata de puestos de trabajo en fábricas de electrónica, de alta tecnología.
Sin embargo, frente a tan altas expectativas de empleo en el norte del país, el Presidente pidió a la gente que lo escuchaba: "¡No se me vayan a ir pa' allá, aguanten!"
Fox había entregado unas minúsculas casas a habitantes de Santa Ana como parte de una gira donde primero se reunió con adultos mayores, donde también proyectó sus intereses personales al decirles que uno de los "grandes premios de esta vida es tener nietos, el que nuestros hijos lleven esos nietos a visitarnos, a estar con nosotros, es un acto maravilloso''. Pero de paso les pidió enviarlos a estudiar para que no se les atore la "carreta" cuando soliciten empleos.
Volvió a su discurso de estos días, de apelar a la unidad para que el país siga caminando con cumplimiento de la ley y de las obligaciones.
Más adelante, en esta población se animó a hablar, así fuera vagamente, de su sucesor, pues había escuchado a la secretaria de Desarrollo Social, Ana Teresa Aranda, decir que los beneficiarios de los programas sociales eligieron hace un mes, con toda libertad, "sin condicionamientos ni coacciones".
Se acabó, dijo Fox, la vieja práctica de aprovecharse políticamente de las necesidades de los más pobres: "creemos que sólo sobre la ruta de la legalidad puede construirse la confianza y la certidumbre".
Luego, en Tetla de la Solidaridad, el gobernador Héctor Ortiz Ortiz, postulado por el PAN, no desaprovechó la oportunidad para señalar a Fox que en Tlaxcala "estamos ciertos que a pesar de los vientos que soplan en contra, habrá usted de entregar al nuevo presidente de México que mayoritariamente ya elegimos los mexicanos, un país trabajando en paz y con las mayores reservas de la historia".
A diferencia de lo ocurrido esta semana en estados como Aguascalientes y Chihuahua, donde pese a la logística diseñada para las ceremonias se han escuchado voces de apoyo a la petición de recontar los votos, aquí prácticamente brillaron por su ausencia.