A ritmo de un proyectil cada dos minutos el ejército invasor continúa la ofensiva
Han muerto 468 civiles libaneses en 22 días de conflicto con Israel
Hezbollah lanza docenas de misiles hacia la frontera israelí; un muerto y 21 heridos
Ampliar la imagen Soldados libaneses preparan ataúdes para las víctimas de los bombardeos israelíes en la ciudad de Tiro Foto: Ap
Beirut, 2 de agosto. Un ataque a un hospital, la matanza de toda una familia libanesa, la captura de cinco hombres en Baalbek y una nueva cuota de muertes civiles -468 hombres, mujeres y niños- marcaron el día 22 de la guerra más reciente de Israel en Líbano. Los israelíes afirmaron que soldados transportados por helicóptero capturaron a altos líderes de Hezbollah, aunque uno de éstos resultó ser un abarrotero de Baalbek. En una aldea cercana a la ciudad, los ataques aéreos causaron la muerte del hijo mayor del alcalde, así como de su hermano y cinco hijos de la familia.
La noche de este miércoles la batalla por Líbano se salía cada vez más aprisa de control. Soldados del ejército libanés abandonaban muchos de sus puestos de revisión y diplomáticos europeos advertían a sus colegas que milicianos ocupaban sus lugares. Se dijo que hasta 8 mil soldados israelíes habían cruzado la frontera en lo que se publicita de avance militar hacia el río Litani, pero harían falta mucho más hombres para asegurar una zona tan grande del sur de Líbano.
Los israelíes enviaron paracaidistas a atacar un hospital financiado por Irán en Baalbek, con la esperanza de capturar combatientes de Hezbollah heridos, pero después de una hora de batalla apenas lograron echar mano a cinco hombres a quienes el primer ministro israelí, Ehud Olmert, llamó más tarde "sabrosos pescados". La operación sugiere lo que todo el tiempo ha dicho Hezbollah que es el propósito de la campaña israelí: tomar prisioneros y cambiarlos por los soldados israelíes capturados en la frontera el 12 de julio.
Hezbollah continuó lanzando docenas de misiles sobre la frontera hacia Israel, que dieron muerte a una persona e hirieron a 21, y la artillería israelí lanzó proyectiles a Líbano al ritmo de uno cada dos minutos. Por primera vez un cohete de Hezbollah dio en Cisjordania, así como en la ciudad israelí de Beat Shean, lo cual es el disparo de misil más largo hasta la fecha.
Pese a todo, Occidente aún parece incapaz de lograr un alto a esta guerra que claramente abruma a ambos bandos. Es obvio que Hezbollah posee muchos más misiles de lo que creían los israelíes -no hay una población del norte de Israel que esté a salvo de su fuego-, y en apariencia el ejército israelí no tiene planes de derrotar a Hezbollah, fuera de la vieja e inútil política de ocupar el sur de Líbano.
Si Hezbollah planeó sus campañas con meses de anticipación, y los israelíes hicieron lo mismo, entonces ninguno de los dos bandos dejó lugar a la diplomacia. Los franceses han dicho con prudencia que sólo encabezarán una fuerza de paz en el sur de Líbano después de un cese el fuego. Y sin duda no dejarán que se convierta en un ejército comandado por la Organización del Tratado del Atlántico Norte. Francia ya tiene una compañía de 100 soldados en la fuerza de Naciones Unidas en la región, cuyo comandante es francés, pero París, después de presenciar el caos en Irak, no se hace ilusiones respecto de ejércitos occidentales en Medio Oriente.
Este miércoles, fuera del derruido hospital Dar al Hikma, en Baalbek, se veían dos automóviles y un miniván incendiados, cubiertos de perforaciones de bala. Al parecer, Hezbollah combatió a los invasores más de una hora. El hospital, que cuenta con algunos desfibriladores de fabricación británica, estaba vacío cuando comenzó la incursión israelí y quedó destruido en parte en el combate.
El ejército libanés, que ha tratado de mantenerse al margen del conflicto -el cielo sabe qué se supone que deban hacer sus 75 mil elementos- fue objeto este miércoles de un nuevo ataque de los israelíes, que lanzaron un misil hacia un vehículo en que decían que iba un dirigente de Hezbollah. No era cierto: el soldado que iba dentro pereció al instante, y se unió a los otros 11 miembros del ejército, pertenecientes a una unidad logística, que murieron en un ataque aéreo hace dos semanas, a quienes el gobierno proclamó "mártires".
El obsceno marcador de la muerte en esta última guerra ahora está como sigue: 508 civiles libaneses, 46 guerrilleros de Hezbollah, 26 soldados libaneses, 36 soldados israelíes y 19 civiles israelíes. En otras palabras, Hezbollah mata más soldados que civiles israelíes, y los israelíes matan mucho más civiles libaneses que guerrilleros. La Cruz Roja Libanesa encontró otros 40 civiles muertos en el sur del país en los dos días anteriores, de los cuales muchos eran personas heridas que podrían haber sobrevivido si hubieran tenido acceso a ayuda médica.
© The Independent
Traducción: Jorge Anaya