Número
121 | Jueves 3 de agosto de 2006 Director fundador: CARLOS PAYAN VELVER Directora general: CARMEN LIRA SAADE Director: Alejandro Brito Lemus |
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Católicas
por el Derecho a Decidir Encuesta de opinión sobre factores de vulnerabilidad ante el VIH/sida entre jóvenes de preparatorias públicas Ante la predicción del ONUSIDA de que habrá 100 millones de personas viviendo con VIH/sida para el año 2007, la Red Nacional Católica de Jóvenes por el Derecho a Decidir y Católicas por el Derecho a Decidir consideramos que no debemos quedarnos paralizados mientras el número de muertes por esta infección aumenta día a día. Por tal motivo, el año pasado lanzamos la campaña Por la vida de las y los jóvenes, una prevención integral del VIH/sida, la cual tiene como objetivo: Para lograr nuestros objetivos, instrumentamos una serie de acciones para generar una conciencia informada entre las y los jóvenes sobre sus prácticas sexuales, puesto que éstas los ponen en una situación de riesgo. Este año realizamos una encuesta de opinión con el apoyo de Investigación en Salud y Demografía SC (Insad), a 6,042 estudiantes, de ambos sexos en su mayoría de 15 a 17 años, de preparatorias públicas en 16 capitales de la República Mexicana, con el fin de obtener datos estadísticos sobre los factores que hacen vulnerables a las y los jóvenes ante la pandemia de VIH/SIDA. Los resultados fueron reveladores para entender por qué es insuficiente la sola información para prevenir los riesgos que enfrentan las y los jóvenes en sus prácticas sexuales, ya que los prejuicios y estigmas en la apreciación de su sexualidad los colocan en condiciones de mayor vulnerabilidad. Se pudo constatar también que se mantienen algunos prejuicios acerca del uso del condón entre las y los jóvenes. 32 por ciento afirma que con condón no se sienten igual las relaciones sexuales, mientras que 23 por ciento considera que no es necesario usar condón con una pareja estable y casi la mitad usa solamente algunas veces el condón o nunca. A su vez, se observa una desvalorización de las relaciones sexuales, ya que dos terceras partes afirman que no está bien tener sexo sólo por placer; 39 por ciento niega que las relaciones sexuales sean importantes en una relación de pareja; y 46 por ciento afirma que las relaciones sexuales distraen a las y los jóvenes de cosas más importantes. Es preciso comprender que los estigmas y los prejuicios hacia las relaciones sexuales que se manifestaron en la encuesta son consecuencia de la concepción judeocristiana conservadora que ha reprimido el placer sexual y no acepta la sexualidad más que en su aspecto reproductivo. Esta circunstancia representa un riesgo grave para las y los jóvenes ante infecciones de transmisión sexual (ITS y/o VIH), debido a que es muy probable que por este tipo de prejuicios se protejan menos en sus prácticas sexuales. Si la sexualidad es algo tan negativo, no se puede pensar en ella, ni mucho menos planearla. Por otro lado, a pesar de que más de dos terceras partes de las y los jóvenes afirman que la homosexualidad debe ser aceptada, la discriminación y los estigmas persisten más de lo que hubiéramos pensado: 63 por ciento afirma que le faltaría al respeto a su religión por tener relaciones sexuales con alguien del mismo sexo y 77 por ciento le faltaría al respeto a su familia por la misma decisión. 30 por ciento opina que los homosexuales están desorientados y 32 por ciento tendría sentimientos de culpa después de sentirse atraídos por alguien de su mismo sexo. Nos perece muy grave que persistan este tipo de prejuicios que alimentan la homofobia y promueven la violencia y los crímenes de odio. En general los resultados de la encuesta expresan que parte de la juventud mexicana se encuentra en un proceso de secularización, lo que se manifiesta en que 88.7 por ciento de las y los jóvenes consideran que no le faltan al respeto a su religión si deciden usar métodos anticonceptivos. Por eso podemos afirmar que se ha venido dando un distanciamiento de los creyentes respecto de las normas morales que se derivan de las creencias religiosas. Sin embargo encontramos que a pesar de que demuestran apertura en el uso de métodos anticonceptivos y aprueban que las y los jóvenes de su edad tengan relaciones sexuales, 31.7 por ciento todavía afirma tener culpa al sentirse atraído por alguien de su mismo sexo. Ante esta situación es preciso señalar que las normas morales que emanan de las creencias religiosas siguen teniendo un impacto negativo entre la juventud mexicana, que los coloca en posiciones de vulnerabilidad ante el VIH/sida. |