70 millones, en zonas de riesgo: informe intersecretarial
"Problema" de seguridad nacional, el cambio climático
Los pobres son los más afectados por los fenómenos naturales
Los fenómenos naturales que propicia el cambio climático se convirtieron para México en un "problema de seguridad estratégica nacional", de acuerdo con la Comisión Intersecretarial de Cambio Climático, integrada por siete dependencias de Estado.
En su último informe -de julio pasado- plantea que la vulnerabilidad ante estos sucesos se incrementa y agudiza por los niveles de pobreza imperantes en el país. Datos de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso) revelan que casi 70 millones de mexicanos habitan en zonas proclives a deslaves, ciclones y huracanes, sismos e inundaciones.
Según la citada comisión, en los últimos 20 años México ha experimentado 75 desastres de magnitud significativa, los cuales han causado alrededor de 10 mil muertos y cientos de miles de damnificados. Los daños directos calculados en el mismo lapso alcanzan 9 mil 600 millones de dólares, lo que equivale a un monto promedio anual de cerca de 500 millones de dólares.
"Si se añaden los efectos indirectos de los desastres, como la interrupción de flujos de producción, de bienes y servicios, habrá que agregar -como mínimo- 200 millones de dólares cada año. Todo eso sin contabilizar el daño a ecosistemas y la pérdida de capital natural."
Admite que los impactos negativos de las condiciones climáticas extremas -vientos huracanados, lluvias torrenciales, heladas, sequías, inundaciones, ondas de calor y de frío, así como variaciones de radiación solar y de humedad que afectan la calidad del aire- "han frenado o incluso hecho retroceder (en menor o mayor grados y temporalmente) el desarrollo socioeconómico de algunas regiones y sectores del país".
De acuerdo con el organismo, con el cambio climático México experimenta "incremento en la precipitación media anual en el noroeste y aumento en la frecuencia y severidad de las sequías". Además, aumento en el número de depresiones tropicales y huracanes en la región.
Con base en un pronóstico a largo plazo de investigadores de la Universidad Estatal de Colorado, se calcula para este año la formación en el Atlántico de 17 ciclones tropicales (cuatro con afectación directa sobre el territorio nacional), ocho de los cuales serían tormentas, cuatro huracanes moderados y cinco intensos.
Para el Pacífico nororiental, 11 sistemas tropicales: cinco alcanzarían la intensidad de tormenta (tres con incidencia en México), cuatro huracanes moderados y dos intensos.
Desde mayo se preveía que todo lo anterior traería en consecuencia lluvias intensas e inundaciones. De entre todos, los más afectados serán los pobres, porque a las autoridades -admitido por las secretarías de Agricultura, Energía, Desarrollo Social, Medio Ambiente, Economía, Relaciones Exteriores y Comunicaciones y Transportes- les resulta difícil reubicarlos por estar asentados en zonas irregulares. En principio, el problema es la "inoperancia de los mercados de suelo" para hacer accesibles las viviendas para esas familias.
Es decir, este hecho ha dejado fuera de todo mercado formal a más de la mitad de los mexicanos que se asientan en las ciudades. Así, reconocen la probabilidad de que la informalidad o precariedad urbana sea el problema más agudo en las ciudades mexicanas.
La Comisión Intersecretarial de Cambio Climático también refiere en su informe la limitada certidumbre sobre a partir de cuándo, a qué ritmo y con qué magnitud tendrán lugar los impactos previsibles de ese fenómeno, lo cual "contribuye a la complejidad de la formulación de políticas públicas".
Considera urgente que México empiece "la formulación de políticas y la concertación de esfuerzos para desarrollar sus capacidades de respuesta ante los impactos previsibles del calentamiento global. Se trata de un problema de seguridad estratégica nacional que tiene que ver con la seguridad de las personas y de sus bienes materiales y culturales, con la integridad de los ecosistemas y los servicios ambientales que prestan a la economía, así como con la integración de nuevas infraestructuras de generación y distribución de energía, de comunicación, de servicios urbanos e industriales". Pero también, con los asentamientos poblacionales, muchos de los cuales se encuentran en zonas expuestas a riesgos de desastres naturales.
Así, las dependencias gubernamentales plantean que "los riesgos asociados al cambio climático debilitan el progreso del país".