Miles participan en los Outgames de Montreal
Pugnan gays por el cese de la discriminación en el deporte
En México, las autoridades no responden a petición de apoyo
Ampliar la imagen Jay Kobayashi (adelante) y Bradley Erickson luego de su participación en patines sobre hielo durante los juegos gay de Chicago, en julio pasado Foto: Reuters
Miles de deportistas del colectivo lésbico, gay, bisexual y transgénero participan en una competencia de carácter mundial: los Outgames de Montreal, Canadá, cuya finalidad es exigir que cese la discriminación en el deporte profesional.
En tanto, en la ciudad de México existen canchas donde las personas con una orientación sexual distinta a la heterosexual también se disputan el derecho a no ser discriminados; participan en agrupaciones como Halcones, Lobos y Grupo Homosexual de Acción e Información (GHAI).
Estos espacios se crearon como alternativa para fomentar la inclusión no sólo de la diversidad sexual, sino de los sectores que también se sienten excluidos de las ligas nacionales; sin embargo, la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) no los respalda, aseguró Jorge Muñoz Rangel, Djorka, quien dirige el equipo de volibol del club deportivo Lobos.
Lo único que solicitan al gobierno es un espacio, como cualquier otro club que paga una cuota mensual. La petición fue hecha en la delegación Benito Juárez, para usar las instalaciones del deportivo del mismo nombre, pero las autoridades no han respondido. "Desgraciadamente, va a cambiar la administración y hay que volver a hacer el trámite, porque no retoman asuntos pendientes", indicó Djorka.
Asimismo, cuando la organización pidió entrenadores al Comité Olímpico Mexicano (COM) para sus equipos de volibol, basquetbol y americano, la institución aseguró que iba a mandar gente de servicio social, pero jamás llegó.
Lobos nació el 14 de enero de 2004, y recibió el apodo de su fundador, David Méndez. Actualmente cuenta con cuatro espacios: Chapultepec, Deportivo Oceanía, Cuautitlán Izcalli y Jalapa, Veracruz. Lo empezaron dos personas, y actualmente más de mil están integradas en la página www.lobitos.esp.st, y cerca de 70 participan físicamente en las actividades del club.
Primer equipo gay de balompié
Halcones Futboleros es pionero en su ramo. Nació el 17 de abril de 2003, con una cascarita en el parque Naucalli. En entrevista para NotieSe, Edgar Cortés, fundador del equipo, dijo: "No hay futbol gay, existen gays en él. Unos dentro y otros fuera del clóset. Los domingos nos llenamos de tierra, andamos sudorosos, quemados por el sol, en bermudas y pants, pues nos vale queso la rudeza del juego y no estamos por ahí cazando mariposas, como piensan algunos."
Además de retas y competencias internas, Halcones dedica 30 por ciento de sus actividades para realizar excursiones, eventos culturales, fiestas y talleres sobre salud sexual, para lo que ha recibido apoyo de la Clínica Condesa, del programa de VIH/sida del Distrito Federal.
El precursor de Halcones aseveró que no sólo es bienvenido el colectivo homosexual, sino también familias heterosexuales, como los Rojas, quienes se integraron a las actividades sin ninguna restricción, porque para ser parte de este círculo deportivo no importan edad, condición social, ocupación, creencia, ideología o apariencia física.
La doble moral del deporte
Una bandera arcoiris acompaña a GHAI cada domingo en el bosque de Chapultepec, y "familias enteras llegan a ver el partido, ya que la gente verdaderamente segura de su sexualidad no tiene por qué tener problemas con la de los demás", expuso Joselo Castillo, director de GHAI, en entrevista con NotieSe.
Para Castillo, "la homosexualidad no tiene nada que ver con la capacidad deportiva. Ser gay no implica andar por la vida con tacones. El estereotipo dice que no puedes ser luchador, boxeador o futbolista; sin embargo, hay una doble moral al respecto. Por ejemplo, en los partidos internacionales hay jugadores que festejan con intensas demostraciones de afecto cada vez que anotan un gol, y nadie les dice nada". Fuera del gueto, estos clubes se abren a la sociedad para que se ejerciten músculos sin prejuicios de ningún tipo.