Más fuentes laborales sin protección de la ley: experto
Vergonzoso, que Fox anuncie creación de empleos precarios
El incremento de empleos de baja calidad, con salarios precarios y sin ninguna protección de los derechos laborales "no debería ser motivo de orgullo para ningún gobierno, mucho menos para festejar cifras que no se apegan a la realidad", afirmó Enrique de la Garza Toledo, especialista en sociología del trabajo de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
En México -señaló-, la tasa de desempleo abierto afectó a 3.36 por ciento de la población económicamente activa (PEA) en el primer semestre del año, es decir, poco más de 1.4 millones de persona. "Es una cifra relativamente baja, porque no se integra el porcentaje de trabajadores que están en condiciones de autoempleo, en actividades poco prácticas, mal pagadas y, casi siempre, en condiciones precarias".
Las cifras difundidas por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) durante el primer trimestre del año revelan que de los 43.9 millones de personas que laboran, 23.1 por ciento lo hacen por cuenta propia y 6.9 no perciben un pago fijo.
La subocupación laboral afecta a 2.6 millones de trabajadores, mientras que 11.8 millones, es decir, 27.8 por ciento de la PEA, se emplea en la economía informal con ingresos irregulares y sin prestaciones sociales.
Garza Toledo, profesor distinguido de la UAM y catedrático del Departamento de Economía de la unidad Iztapalapa, aseguró que el gobierno foxista "debería informar que la mayoría de los empleos creados en su administración son precarios, con muy bajos salarios, sin prestaciones de ley ni contrato colectivo de trabajo".
Debido a que en México no existe un seguro contra el desempleo, "la mayoría de quienes pierden su fuente de ingresos se ven obligados a autoemplearse en pequeños negocios y en ocupaciones de mala calidad, a lo que se suma una pérdida creciente de mano de obra que se va a trabajar a Estados Unidos".
En la administración foxista -agregó-, al igual que en las administraciones pasadas, "se dejó de generar empleos formales y de calidad cuando el Estado asumió una actitud pasiva en la política laboral del país, sin generar las condiciones de estabilidad económica que podrían garantizar nuevas inversiones privadas y con ello la creación de más fuentes de trabajo".
Aseguró que debe ser "motivo de vergüenza, no de celebración, anunciar la creación de 1.6 millones de empleos para este año, cuando más de la mitad corresponden a fuentes precarias de autoempleo".
Consideró "desalentador" para cualquier administración el escenario sobre recuperación de la tasa de empleos formales en el país, pues aseguró que sin un cambio en la política económica que garantice las condiciones para crear nuevas fuentes de trabajo de calidad, no se puede esperar que en el corto plazo se incrementen, y con ello garantizar una mejor calidad de vida para la población.