Manifestaciones plásticas y musicales prevalecieron en el Zócalo de la capital
Dominó el entusiasmo en el primer día de las jornadas de Resistencia Cultural
Se tienen programados 3 mil espectáculos artísticos para este fin de semana
Ampliar la imagen En la imagen, la señora Amelia le entrega a Andrés Manuel López Obrador un retrato pintado por ella Foto: Carlos Ramos Mamahua
La pareja bailaba que bailaba. A su alrededor, la gente se amontonaba y, entusiasta, seguía el ritmo con las palmas y las caderas.
Eran las cinco y media de la tarde y aquí, en el campamento del estado de Tabasco, cuna de Andrés Manuel López Obrador, Los Tamborileros de Tushishal tomaban en sus manos la convocatoria a participar en acciones culturales y se entregan con pasión.
Si bien esta tarde éste es uno de los campamentos más entusiastas, por todo el Zócalo había manifestaciones culturales.
Por mencionar una: Amelia, señora de unos 40 años, pintaba un enorme retrato de Andrés Manuel López Obrador al óleo. Un joven acomedido que pasaba por ahí, le sostenía el cuadro de 80 por 90 centímetros, mientras otra mujer le mostraba el cartel que Amelia reproducía. Su López Obrador, hay que decirlo, es más joven, tiene unos labios carnosos y la barba decididamente partida. Es, pues, todo un galán. Amelia le entregó al aludido su retrato al término de la asamblea informativa.
Sobre el templete toca Malibú, banda chilanga de surf-western. Antes de subir a tocar, el bajista Mario Malibú comentó que interpretarían una rola llamada Una realidad aparte, "como la de Felipe Calderón, quien asegura que ganó cuando todos sabemos que no".
Foro de difusión
Las jornadas de Resistencia Cultural también han sido aprovechadas para que jóvenes den a conocer sus propuestas, como es el caso de Calle Eléctrica, banda rockera con composiciones propias, que viajó desde Dolores Hidalgo, Guanajuato, con dos propósitos: participar en el movimiento por el recuento y aprovechar para darse a conocer ante tanta gente aquí reunida. "¡Cómo batallamos por llegar! Tuvimos que pedir cooperación", exclamó el baterista Daniel Palacios Morales. Al parecer, valió la pena, la gente inclusive se acerca para pedirles autógrafos.
En el público, sin temor a exagerar, había de todo, desde chicas fresas hasta chavos banda, pasando por bastantes personas mayores. La mayoría, sin embargo, son campamentistas.
Hay para todos los gustos. Inclusive, un sonido desde un camión retumbaba reggaeton: "Qué rica chiquita/ que tiene tremendo culo". Una mujer mayor, muy elegante, daba pasitos de baile, mientras repartía volantes con la leyenda: "Insistimos en disculparnos por las molestias que nuestra lucha ocasiona, pero estamos convencidos que hay algo más importante que ese malestar pasajero: el bienestar duradero que la democracia significa para la gente".
Así, como en el Zócalo, en distintos puntos a lo largo del llamado corredor cultural, hubo actos todo el día. Mañana y pasado continuarán. En total, se tienen programados 3 mil espectáculos artísticos para el fin de semana.
Un muchacho platicaba con el vendedor del cd La lucha no está perdida, que, entre otras, trae la adaptación de La Paloma que canta Eugenia León. Le explicaba que quería llevarle la letra de algunas rolas a unos de sus cuates que tocan en el Metro y los peseros.
Eso sí, conforme se acercaba la hora de la diaria asamblea informativa con López Obrador, se iba llenando el Zócalo, lo cual muestra que, en estos días, mitin mata rock.