Lo padece un tercio de los mayores de 65 años
Con síndrome de deterioro intelectual, 2.5 millones
Ampliar la imagen Ancianas del asilo Mundet, en imagen de archivo Foto: José Antonio López
Una tercera parte de las personas que tienen más de 65 años de edad padecen del síndrome de deterioro intelectual, el cual se manifiesta con la sensación de vértigo, mareos y vómitos sin causa aparente. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), a escala global existen 22 millones de personas que padecen este mal.
Con base en las previsiones sobre crecimiento demográfico, el organismo calcula que el número de afectados aumentará de manera exponencial en los siguientes 20 años. En México existen actualmente 7.25 millones de personas que superan los 65 años de edad, para 2010 esta población sumará más de 8.4 millones de individuos y para 2020 serán 9.92 millones.
Tal envejecimiento de la población favorece el incremento de las enfermedades crónico degenerativas, entre ellas la demencia. José Luis Suárez, experto en farmacología de la Universidad Nacional Autónoma de México, explicó que 35 por ciento de los adultos mayores presentan síntomas de leves a severos del síndrome de deterioro intelectual, es decir, unos 2.5 millones de personas. A partir de las previsiones demográficas en México, se calcula que para 2020 habrá un millón más de individuos afectados por el padecimiento.
El especialista comentó que el síndrome es un conjunto de signos y síntomas que afectan las funciones cognitivas, principalmente en quienes tienen más de 65 años.
Resaltó que este tipo de males que afectan las neuronas, entre los cuales se encuentran las demencias, no tienen curación. Sin embargo, es posible retrasar su aparición "ejercitando el cerebro".
"A mayor capacidad intelectual, mayores probabilidades de retardar las manifestaciones de la enfermedad y, por lo tanto, tener una mejor calidad de vida", indicó.
Uno de los síntomas que revelan la presencia del síndrome de deterioro intelectual es el vértigo, la sensación de que todo se mueve alrededor de la persona, los mareos y vómitos sin causa que los justifique.
José Luis Suárez también se refirió a los tratamientos disponibles para controlar el síndrome, cuyo mecanismo de acción consiste en aumentar la circulación sanguínea cerebral y periférica, para ayudar a frenar la progresión de las demencias.
No obstante, señaló, además de los tratamientos farmacológicos, las personas deben ejercitar la mente con actividades como jugar memoramas o adivinanzas. También es conveniente entablar conversaciones después de ver una película, programa de televisión o de radio, y anotar en una libreta los quehaceres diarios a fin de evitar olvidos. Estas estrategias contribuyen a mantener una mejor agilidad mental, indicó Suárez.