Usted está aquí: miércoles 9 de agosto de 2006 Mundo En Bogotá, Lage informa a jefes de Estado sobre la salud de Fidel Castro

Reitera que la situación del líder cubano es estable y reasumirá funciones en unos meses

En Bogotá, Lage informa a jefes de Estado sobre la salud de Fidel Castro

GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL

Ampliar la imagen En imagen de archivo, Gustavo Arcos Bergnes, veterano disidente cubano que murió ayer a los 79 años Foto: Ap

La Habana, 8 de agosto. El estado de salud del presidente Fidel Castro saltó a la agenda latinoamericana en una ronda de contactos bilaterales que realizó el vicepresidente Carlos Lage, para informar del caso a jefes de Estado y de gobierno y a otros altos funcionarios de la región, de acuerdo con un reporte oficial.

La serie de entrevistas se llevó a cabo en Bogotá, donde Lage asistió la víspera a la toma de posesión del relecto presidente Alvaro Uribe, reseñó el matutino.

Lage habló con los presidentes de Chile, Michelle Bachelet; de Ecuador, Alfredo Palacio; de Paraguay, Nicanor Duarte, y de la República Dominicana, Leonel Fernández.

También con el príncipe de Asturias, Felipe de Borbón; los vicepresidentes de Bolivia, Alvaro García Linera y de Venezuela, José Vicente Rangel, y los secretarios de la Cumbre Iberoamericana, Enrique Iglesias y de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza.

"El tema central de los encuentros -por separado- con todos sus interlocutores, fue el estado de salud del presidente cubano Fidel Castro", señaló Granma.

En respuesta al "interés de sus interlocutores", Lage indicó que "el líder de Cuba avanza en una positiva recuperación de la intervención quirúrgica a la que fue sometido", agregó el diario.

Castro, quien cumplirá 80 años el lunes próximo, anunció hace nueve días su crisis de salud, que desembocó en una operación del intestino y un obligado periodo de reposo, así como en su decisión de delegar temporalmente sus funciones en su hermano Raúl, segundo hombre al mando en el país.

Lage y otros altos dirigentes cubanos han transmitido en la última semana el mensaje de que Castro se ha mantenido en situación estable, con mejoría progresiva y que reasumirá funciones dentro de algunos meses, mientras que Raúl Castro se mantiene al frente del país, sin que haya perturbaciones sociales.

El vicepresidente cubano, quien también es secretario del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros (un cargo parecido al de un primer ministro), conversó antes en Bolivia con el presidente Evo Morales.

A su vez, el ministro de Salud, José Ramón Balaguer, habló con el mandatario de Guatemala, Oscar Berger. Ambos dirigentes cubanos realizaban sendas giras de trabajo.

En la isla se repiten los mítines y asambleas en centros laborales y barrios, en respaldo de las decisiones de Castro. Continúa la movilización militar y policial, sin que se altere la vida cotidiana.

A la convocatoria de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC), para que los creyentes de esa confesión recen por la salud de Castro y por su equipo de gobierno, se sumó el lunes una celebración ecuménica de iglesias cristianas.

El culto se realizó en la Catedral de la Santísima Trinidad de la Iglesia Episcopal de Cuba, en uno de cuyos muros se colocó una fotografía del mandatario y un ejemplar de una proclama en la que Castro anunció el pasado lunes 31 su decisión de ejecutar el relevo provisional de poderes.

También en la víspera, la Asociación Yoruba de Cuba realizó una invocación al panteón de orishas (divinidades) de la Regla de Ocha o santería, dedicada a la salud del mandatario.

Murió el veterano disidente Gustavo Arcos

El veterano disidente Gustavo Arcos Bergnes, quien fuera compañero de armas de Castro y más tarde diplomático del gobierno revoucionario, falleció hoy a los 79 años, víctima de una complicación respiratoria, informaron fuentes opositoras.

Aunque Arcos estaba alejado del activismo político hace años, en los medios disidentes se le consideraba el decano de ese movimiento.

Arcos participó en el asalto al cuartel Moncada el 26 de julio de 1953, la acción armada que detonó el levantamiento encabezado por Castro contra la dictadura de Fulgencio Batista, derrocada casi seis años más tarde.

Tras el triunfo de la revolución en 1959, Arcos fue embajador en Bélgica, pero empezó a distanciarse de la línea oficial, hasta que fue llamado a La Habana. Pasó unos diez años en prisión en dos temporadas, entre los años setenta y los ochenta.

En la década de los ochenta fue el fundador del Comité Cubano pro Derechos Humanos. Su hermano Sebastián también se volcó al activismo antigubernamental, pasó prisión y salió al exilio en los años noventa.

Desde la década pasada Gustavo tuvo quebrantos de salud y se recluyó en un caserón del céntrico barrio del Vedado.

Resentido de una afección pulmonar, murió tras una complicación respiratoria. En medios opositores se aguardaban esta noche precisiones sobre la intención familiar de trasladar el cadáver a la localidad de Camajuaní, en la provincia de Villa Clara, para su incineración.

 
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