El Consejo de Seguridad extiende un año el mandato de la misión de la ONU
Mueren al menos 66 personas en Irak, 41 de ellas en un atentado suicida en Najaf
Najaf, 10 de agosto. Por lo menos 66 personas murieron hoy en Irak, 41 de ellas en un atentado suicida en esta ciudad sureña, reinvidicado por el hasta ahora desconocido grupo sunita Soldados de los Compañeros del Profeta, mientras el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) extendió un año más el mandato de la misión del organismo mundial en la invadida nación árabe.
Según fuentes médicas y testigos, 41 personas murieron cuando un atacante suicida se inmoló en un mercado. Un hombre hizo explotar el cinturón explosivo que llevaba, así como una bomba escondida en una bolsa, cuando vio que policías iraquíes iniciaban una redada en el mercado.
Las explosiones hirieron además a 108 personas, entre ellas 10 iraníes, y se produjeron a unos 200 metros de la mezquita del imán Alí, uno de los más importantes sitios de peregrinaje chiíta.
El desconocido grupo Soldados de los Compañeros del Profeta se adjudicó el atentado en un comunicado en Internet. "Dios ha permitido a nuestros hermanos llevar a cabo una nueva operación que mató a más de 30 rafidis (término peyorativo para designar a los chiítas), entre ellos algunos policías", señaló la nota, cuya autenticidad no se pudo verificar.
En otras acciones de la resistencia a la ocupación estadunidense, 25 personas perdieron la vida en atentados y enfrentamientos en el norte y sur de la capital iraquí.
Además, un informe reciente de la ONU señaló que 100 iraquíes mueren asesinados cada día y en los primeros seis meses de 2006 fallecieron de esta manera más de 14 mil civiles iraquíes.
Por otro lado, los cadáveres de dos soldados estadunidenses desaparecidos el martes después de la caída de su helicóptero al oeste de Irak fueron ubicados el miércoles, anunció hoy el ejército invasor.
Un helicóptero UH60 Blackhawk se estrelló el 8 de agosto en una laguna de la provincia de Al Anbar, debido a un problema técnico, con seis soldados a bordo, refirió ayer el ejército estadunidense, que precisó que dos de ellos estaban desaparecidos y eran buscados.
En tanto, fuerzas de Estados Unidos e Irak acordonaron hoy las zonas de uno de los distritos más peligrosos de Bagdad, para registrar miles de casas en un esfuerzo para volver a conseguir el control de las caóticas calles de la capital.
La operación de registro en el distrito sureño de Dora, que involucra a 5 mil tropas y comenzó hace tres días, tuvo resultado inmediato, dijo el coronel estadunidense Michael Beech.
La operación es inusual porque combina acciones contra militantes y criminales, con un plan de regeneración del centro, ideado para proveer servicios esenciales y limpiar escombros esparcidos en las calles del distrito predominantemente sunita.
Cuando las tropas estadunidenses derribaron puertas y rompieron ventanas para entrar en las casas en busca de armas ilegales, explosivos e insurgentes, les siguieron poco tiempo después contratistas locales que repararon lo destruido.
A todo esto, el Consejo de Seguridad de la ONU extendió por un año el mandato de la misión en Irak, el cual provee asistencia política y humanitaria. El mandato vigente expiraba este viernes, y la misión tiene sus bases en Bagdad, la norteña ciudad de Erbil y la sureña Basora.