A 25 años de aparecer, las PC son desplazadas por las portátiles
A 25 años de su ingreso al mercado, las computadoras personales (PC) enfrentan nuevos retos ante la llegada de las computadoras móviles y sin cables (laptop), consideró la agencia IDC.
En 1981, la empresa IBM empezó a vender su versión de una nueva herramienta de trabajo para los negocios llamada PC, lo que dio inicio a una nueva era en la computación personal.
Una década antes de ese año, empresas como Apple habían llevado al mercado otras microcomputadoras, pero IBM legitimizó el uso corporativo de las PC y convenció a los programadores sobre el nuevo negocio que se estaba creando.
De esta manera los programadores crearon nuevas aplicaciones como las hojas Visical y el EasyWriter, procesador de palabras, lo que permitió el uso de las PC en las empresas y con ello el crecimiento de sus ventas.
Desde agosto de 1981 a la fecha se han vendido 1.6 mil millones de computadoras personales, creando una industria con ingresos anuales de aproximadamente 200 mil millones de dólares, señaló la empresa Garner Inc. Inicialmente, las PC tenían 40 kilobytes de memoria, un gran lujo para los programas rudimentarios de ese momento.
Ahora, los expertos advierten que las PC pierden su lugar central en la computación personal por las laptop, a menos que regrese a sus fortalezas originales: la simplificidad y flexibilidad.
El problema con las PC es que no se diseñan aplicaciones modernas, lo que se ha convertido en una pérdida de tiempo para quienes pretenden desarrollar nuevos programas.
Microsoft y Apple controlan sus plataformas, lo que ha provocado una pérdida de tiempo tratar de competir, dando como resultado que tanto las PC como sus plataformas estén muertas.
Los consumidores que actualmente compran una PC deben estar seguros de que su nueva computadora está lista para trabajar con un sistema operativo antiguo y al mismo tiempo pueda usar un acelerador actual.
Los vendedores de PC necesitan asegurarse que podrán mantener vendiendo estas computadoras otros 25 años, lo cual sólo será posible si logran desarrollar un nuevo patrón de uso y dejan atrás tecnologías como reconocimiento de voz y plataformas con utilidades más amplias que teléfonos inteligentes.