Enrique Meza, timonel del Pachuca, llegó a 11 juegos sin triunfo
Segunda caída del campeón Tuzos; Abreu asestó dos goles
Resintió la ausencia de Richard Núñez y Nelson Cuevas en el ataque
Monterrey, 12 de agosto. Al Pachuca le salió barato el 3-1 que le asestó un desbocado Monterrey, que con Sebastián Loco Abreu, autor de dos goles, en mancuerna con Carlos Ochoa, mantuvieron en jaque a la zaga del deprimido campeón, cuyo timonel Enrique Meza llegó a 11 juegos sin triunfo.
Con la victoria, Rayados suma cuatro puntos en el certamen Apertura 2006 y revalidó sus bonos ante su exigente público que salió satisfecho del estadio Tecnológico. Los Tuzos confirmaron que a Christian Giménez, Luis Landín y compañía les falta la experiencia y enjundia de Richard Núñez y Nelson Cuevas.
El uruguayo Abreu marcó a los minutos 2 y 30, el otro tanto regio fue obra de Ochoa al minuto 11. Por los visitantes anotó el colombiano Andrés Chitiva, al 17.
Aún no se ubicaban bien en la cancha los jugadores hidalguenses, cuando Abreu inauguró el tablero al recibir un gran servicio largo desde el costado contrario de parte de Walter Erviti; al filo del área controló con el pecho sobre la marca de Aquivaldo Mosquera, se perfiló y sacó tiro raso cruzado que entró junto a la base del poste derecho.
Monterrey no bajó los brazos y aumentó su ventaja cuando Carlos Ochoa aprovechó un nuevo error del colombiano Mosquera, quien no pudo despejar correctamente el esférico y lo dejó a la deriva; el ex atacante de Jaguares sólo tuvo que empujarlo al fondo de las redes.
Pachuca descontó por conducto de Chitiva, tras una jugada de gran mérito personal realizada por Christian Giménez, quien llegó a velocidad, se frenó de súbito para sacudirse la marca de dos rivales y cedió el balón con todas las ventajas para Chitiva, quien arribó por el centro para fusilar al portero Christian Martínez.
Con el 1-2 Pachuca acarició brevemente el sueño del empate, pero enseguida Abreu aumentó su cuenta luego de un cabezazo de Pierre Ibarra que se estrelló en el larguero, el rebote pegó en las rodillas del Loco, que merodeaba el área, y se introdujo en la meta desguarnecida.
La mala suerte se posó sobre el equipo de Meza. Gabriel Caballero fue un guerrero sin fortuna; peor le fue a Landín, quien se estrelló en la publicidad estática y quedó noqueado y sangrando de una rodilla.
No obstante, los Rayados se cansaron de fallar nuevas oportunidades, mientras el estratega visitante intentó agrupar a sus dirigidos en el centro del campo para armarse hacia el frente; entró de relevo Juan Carlos Cacho, quien dejó escapar una de las últimas opciones con un remate potente, pero demasiado elevado.