La información debe ser integral, oportuna y adecuada a la edad: la CEPF
La Iglesia católica no está en contra de la educación sexual en secundaria
Los textos incentivan el autoerotismo y la masturbación, dice el obispo de Tehuacán
La Iglesia católica reiteró que no está en contra de la impartición de la educación sexual en secundaria, sino en favor de una que sea integral, oportuna y adecuada a las circunstancias de cada persona.
En una entrevista difundida por la Conferencia del Episcopado Mexicano, la Comisión Episcopal de Pastoral Familiar (CEPF) precisó que la educación integral es aquella que reconoce la bondad originaria de la sexualidad y su sentido en el amor, e incluye la sexualidad en un conjunto de aspectos biológicos, sicológicos, éticos y espirituales, "para lo cual se ha de proporcionar información completa y veraz del modo apropiado para la edad y desarrollo individual".
El obispo de Tehuacán y presidente de la comisión episcopal, Rodrigo Aguilar Martínez, comentó que los libros de texto de educación sexual en secundaria proporcionan información "ambigua, incompleta y con un enfoque reduccionista de la sexualidad humana", lo cual redunda en "una mala formación" al no permitir el desarrollo sano y equilibrado, de acuerdo con los valores de la sexualidad.
Ejemplificó que al incentivar el autoerotismo y la masturbación y al exponérseles a la pornografía invitándoles a visitar libremente páginas de Internet para buscar información sexual, se exime a los adolescentes de su responsabilidad, en detrimento de la formación de un carácter que asume las consecuencia de sus propios actos. "Se les expone a incapacitarse para el amor responsable que implica una autodonación y no sólo la búsqueda del placer".
En su explicación agrega que en los libros de Ciencias 1, Editorial Trillas (pág. 205), y Competencias Científicas 1, Editorial Norma (pág. 186) se mencionan frases que tienen una orientación de que toda experiencia sexual le ayudará en su educación, pero "dicha postura implica exponer a los chicos a inclinaciones como el voyeurismo, el fetichismo y el exhibicionismo, entre otras".
Precisó que los libros ejemplificados y otros presentan un sistema de información sexual "desvinculada de los valores que puede inducir al vicio", porque en algunos de los textos en polémica "hay afirmaciones muy cercanas a la promoción de conductas discutibles desde el punto de vista ético, como la masturbación y el autoerotismo.
Finalmente, señala que la educación integral también debe comprender una formación "con los rectos principios y los valores morales que los previene de conductas inapropiadas y de los riesgos de contraer enfermedades físicas y mentales, como consecuencia de una actividad sexual precoz, como son las infecciones de transmisión sexual, las adicciones e inclinaciones, así como el embarazo prematuro.