Astillero
Por sus pistolas
La Santa Corte
El otro plantón (militar)
Soldados azules
Hildebrando hidrocálido
Tan en su ambiente se sintió ayer el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Mariano Azuela, al visitar la universidad de los Legionarios de Cristo (la Anáhuac), que experimentó súbita conversión, pues pasó de garante de la legalidad a promotor institucional de la desobediencia civil. Dado que hay herejes que pretenden que la Santa Corte baje de su pedestal divino para juzgar presuntas aberraciones electorales terrenas, invocando letanías jurídicas como un tal artículo 97 constitucional, el legionario Mariano se habilitó como unipersonal sesión plenaria del Poder Judicial federal (varios ministros distintos y un solo presidente mariano verdadero) para declarar por sus benditas pistolas que el articulejo antes mencionado, que faculta a la Tremenda Corte a investigar violaciones graves en materia electoral, "es anacrónico, obsoleto, está redactado con los pies y no sirve para nada".
Si esas opiniones pedestres tiene el presidente de la Corte en relación con un artículo constitucional vigente (todo sea con tal de impedir mediante jurisperito madruguete que prosperen las pretensiones ciudadanas de que la mencionada Corte intervenga en el cochinero electoral en curso), a nadie debe extrañar que el grueso de los ciudadanos entienda que Constitución, leyes, códigos, reglamentos, bandos y demás ordenanzas sean simples colecciones de letras sujetas a las leyes del mercado político.
Allí está, por ejemplo, el caso de las presuntas violaciones a la libertad de tránsito que tan encendidas proclamas generaron en medios de comunicación en los que se puso el grito en el cielo (es decir, cerca del presidente mariano de la Santa Corte y de sus compañeros de legión) en protesta por un plantón que "secuestró" a la ciudad de México y provocó problemas viales que agravaron la de por sí difícil rutina vehicular capitalina. No se ha producido la misma histeria respecto de la instalación de un virtual estado de sitio en los alrededores de uno de los poderes "soberanos" de la nación, el Legislativo, que ha sido tomado por cuerpos militarizados (policías y Estado Mayor Presidencial) y donde diariamente se impide a miles de ciudadanos no solamente que usen las calles con sus vehículos, sino incluso que caminen libremente. Vecinos de la colonia Lorenzo Boturini, encabezados por Danitza Hernández Mejía, denuncian por ejemplo que "las fuerzas públicas federales exigen identificación y realizan interrogatorios sobre el motivo y el destino de nuestros pasos". El "secuestro" de vialidades y las molestias a pobladores de colonias de poco peso económico no generan las protestas y reacciones que el plantón del Zócalo al Periférico: silencio cómplice ante la militarización de la política y ante el golpismo contra legisladores, pero escándalo de clase por el corredor cultural que lucha contra un fraude electoral sin adjetivos (adjetivación por cortesía de un intelectual que, como otros, protesta por lo vial y calla ante lo militar).
Militares y paramilitares: unos y otros en San Lázaro Atenquito (donde han sido instaladas las tanquetas antimotines que con toda previsión compró el gobierno que sabía que llegarían los días ordácicos a fin electoral de sexenio), pero también en la sierra a donde se han ido algunos alzados (es decir, elevados, objeto de asunciones) para defender Patria, Dios y Orden. Así lo ha narrado el Diario Monitor, dirigido por José Gutiérrez Vivó, en su nota principal de ayer: "Adiestra El Yunque a aves azules", reza (¡oh, aleluya!) el texto firmado por Luis Guillermo Hernández en Jalpa de Serra, Quéretaro. Centenares de jóvenes (unos dos mil, dos mil quinientos, estima José Hilario, quien ha sido representante ejidal y regidor) se han entrenado desde hace siete meses en la sierra de la entidad gobernada por el ultraderechista duo de Francisco Garrido y Alfredo Botello para "vigilar a los rojillos", "defenderse" de los zapatistas y cuidar que "no vayan a quitarnos lo que nos dan en el gobierno". La nota menciona que quienes "se entrenan unas semanas como si fueran a la guerra" (y luego "rezan y se van"), son transportados por vehículos del gobierno estatal y de su secretaría de Desarrollo Social. Los "soldados azules" de la "ultraderecha" provienen de Jalisco, Guanajuato y el propio Querétaro. "Cuentan que están entrenando chamacos, que los traen a tirar granadas, pero no son soldados, son del gobierno, eso dicen", mencionó uno de los campesinos entrevistados por Monitor, donde ayer también se publicó que el gobernador panista de Aguascalientes, Luis Armando Reynoso, "ejecutó un fraude maestro" apoyándose "en el padrón electoral y la estructura de su administración para darle votos al PAN". Bajo la firma de José Gerardo Mejía se reveló el esquema usado por Reynoso, que entre otras cosas descansó (¡oh, Aguascalientes donde el gobierno financió la instalación de Hildebrando Factory, una de las firmas del cuñado electoral!, especulación cibernética por cortesía de Astillero Inc.) en el uso de los padrones "de beneficiarios de programas sociales, relación de contribuyentes, licencias de conducir, concesiones de transporte público y permisos para venta de alcoholes (sic), además de la lista de electores".
Pistoleros y política: gobernadores priístas que se reúnen con Fel y con Pillo para "vender" (así diría la experta mercadóloga de apellido Gordillo) sus favores al panista que mañana cumple años, mientras las fuerzas binacionales unidas del narco (es decir, unidas para combatirlo: ¡uf: cuán oportuna aclaración a sí misma se ha hecho esta columna!) montan el espectáculo de distracción mediática de la detención del tigrillo pescador, Javier Arellano Félix, un bon vivant de apellidos explotables para fines de propaganda pero sin peso importante en el gran negocio institucionalizado de la droga.
Y, en tanto la resistencia al fraude se alista para subir a la categoría de desobediencia civil, ¡hasta mañana, mientras la oficina de prensa del IFE ha enviado al Correo Ilustrado de La Jornada unas presuntas aclaraciones sobre el caso del video del distrito 5 de Tlalpan (donde, por cierto, el manoseo de documentación electoral fue mayor de lo difundido hasta ahora), asunto al cual se dará debida contestación en la siguiente entrega de esta columna que si fuera pistola nunca estaría en la funda!
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