PENULTIMATUM
El atrevimiento de Madonna
QUIENES PENSARON que Madonna era cartucho quemado, deben variar de opinión. El inicio de su gira por Europa ha sido un derroche de profesionalismo. De eso hablan hasta los diarios de la derecha. A sus conciertos lo mismo acuden sus fans organizados en club que figuras del medio artístico y cultural, como Pedro Almodóvar y Dario Fo. Sus presentaciones significan una derrota para quienes la combaten por usar algunos símbolos. El caso más notable ocurrió en su presentación en Roma, a la cual invitó al mismo Pontífice. La portavoz de la cantante, Liz Rosenberg, dijo que al líder católico le encanta la música y por ello le gustaría el espectáculo. ''Debería ver la fuerza expresiva, la belleza y la humanidad de ella en la actuación", apuntó. Fue una forma elegante de responder a varios cardenales y a los grupos más recalcitrantes de la Iglesia que se indignaron porque en su nuevo show Madonna utiliza una cruz y una corona de espinas. ¿Cómo atreverse con los símbolos de la cristiandad y en la ciudad de los papas y de los primeros mártires cristianos?, preguntaron. Más publicidad para sus conciertos.
PERO PRONTO SALIERON otras referencias a la utilización verdaderamente pecaminosa de la cruz. El escritor Juan José Millás nos recuerda cómo este símbolo fue utilizado en España por algunos asesinos probados. Entre los más cercanos a nuestros tiempos, el general Milán-Astray, el que junto con Franco y otros se alzó contra la República española en 1936 y en Salamanca le gritó a Unamuno: ''¡Muera la inteligencia! ¡Viva la muerte!" O el propio Generalísimo, con su Valle de los Caídos, coronado con enorme cruz, construido con la vida de miles de presos. Igual es el caso de algunos dictadores latinoamericanos como los generales Videla, Pinochet, Stroessner, Somoza, Trujillo, Castillo Armas, Ubico, todos prestos a acudir a misas solemnes, a besar reverentemente la cruz que le ofrecían arzobispos y cardenales, mientras miles eran torturados y asesinados por el ejército y demás fuerzas represoras.
LA ULTRA TUVO otra derrota a manos de la reina del pop, cuando el responsable de la catedral de Milán (el Duomo) se negó a complacer a la Unión Nacional de Padres de Familia y otros grupos manejados por el clero italiano que exigían retirar un gigantesco cartel colocado en dicho sitio. Madonna anuncia en él una prenda de la marca Hennes & Maritz, la cual pagó miles de euros por utilizar parte del exterior del Duomo. ¿Cómo la figura de una mujer que aparece desnuda en un libro y escandaliza con el sexo en sus conciertos puede colgar de los muros de la catedral?, clamaron los yunques ítalos. El afiche sigue ahí.
DE NUEVO, NOS ilumina un clásico de esta columna: ''Los sacerdotes pueden ser criticados o alabados, pero ahí están, pues Dios los dejó para ver si los escuchan o no les hacen caso. Así como Dios dijo ahí están, a ver qué hacen con él, pues ellos son el medio que Dios da para entrar al cielo, son la puerta, ya que ellos son los que nos confiesan y absorben nuestros pecados": Pedro Pablo Elizondo, legionario de Cristo, obispo de Cancún.