Sería la primera urbe en el mundo con ese peaje
Venecia se propone cobrar un impuesto a los turistas
Milan, 17 de agosto. Venecia busca convertirse en la primera ciudad del mundo en cobrar la entrada a los turistas, en un intento por compensar los daños provocados en su patrimonio arquitectónico por los miles de viajeros que llegan todos los días.
La idea de decretar un impuesto turístico para la ciudad, que recibe unos 16 millones de turistas al año, se ha discutido desde hace meses, pero esta semana el alcalde veneciano Massimo Cacciari afirmó que se está considerando seriamente.
''Los grandes centros turísticos tienen el problema de sustentar los costos de mantenimiento y conservación provocados por la presencia masiva de invitados", manifestó el político a un semanario italiano.
Con casi 50 mil visitantes diarios, ''Venecia está en dificultades por las personas que utilizan los servicios de la ciudad y la ensucian. Si un subsidio estatal está descartado, estaremos obligados a pensar en un nuevo impuesto o algo por el estilo", dijo.
Cacciari sugirió esa propuesta como último recurso, pero cuando el economista británico John Kay lo encomió, empezó a ser visto como un medio prudente de administrar el turismo en una urbe que muchos desean visitar.
''Consideramos a Venecia como una de las 'joyas de la corona' de la civilización europea occidental, y queremos que vengan tantas personas como sea posible. La cuestión es cómo promover el turismo cultural sin dejar que los visitantes destruyan lo que van a ver", señaló el alcalde.
Mientras el profesor Kay propone una tarifa de entrada de 50 euros por persona y una fundación cultural veneciana se queda en 10 euros, el gobierno local todavía no toma una decisión al respecto.
La posible entrada en vigor de esta medida se produce en el contexto de otras similares en metrópolis grandes, entre ellas Londres. La alcaldesa de Milán, Letizia Moratti, anunció que se impondrá un ''cargo por contaminación" a todos los vehículos que entren a la ciudad el próximo año, que será mayor a los tres euros propuestos por su antecesor, pero menor al de la capital británica (ocho libras esterlinas, unos 160 pesos mexicanos).
Aunque ya parece haber un acuerdo sobre la necesidad de cobrar la entrada a Venecia, todavía hay discrepancias sobre qué hacer con el dinero recaudado. El alcalde Cacciari dijo que los fondos deberían apoyar al servicio de recolección de basura, pero hay algunas voces que piden el reforzamiento del sistema que protege a la ciudad de las inundaciones.
Las barreras, aún en construcción, serán para contener las mareas altas que con frecuencia sobrepasan los límites de Venecia, pero este mes el gobierno italiano anunció que no hay presupuesto suficiente para terminarlas. Como dijo Kay, ''las puertas dejan que los turistas entren y paguen para que las aguas se queden fuera".