Asesinan a siete peregrinos chiítas en barrio sunita
Atacan rebeldes iraquíes la base del ejército británico en Amarah
Bagdad, 18 de agosto. La base del ejército británico en Amarah, al sur de Bagdad, fue atacada hoy con morteros, informaron fuentes de seguridad iraquíes, mientras siete peregrinos chiítas fueron asesinados cuando pasaban por un barrio sunita de esta capital.
Los insurgentes lanzaron cinco morteros contra la base Abu Nayi, situada cinco kilómetros al sur de la ciudad. El ataque fue confirmado por el ejército británico, sin que informara de la magnitud de los daños causados o posibles víctimas.
Las bases militares británicas de Basora y Amarah han sido objeto recientemente de varios ataques con morteros.
Hombres armados dieron muerte a siete peregrinos chiítas en un barrio sunita de Bagdad, cuando faltan dos días para una importante celebración religiosa, informó una fuente del Ministerio del Interior.
El tiroteo ocurrió poco después de que un ataque suicida contra una mezquita chiíta en el barrio de Dura, al sur de Bagdad, matara a una persona, en tanto que aumentan los temores de violencia cuando el domingo se recuerde el aniversario de la muerte del imán Musa Kazim.
En este sentido, el gobierno iraquí anunció una prohibición de dos días de vehículos en algunos distritos de la capital a partir de este viernes, por temor a un ataque contra esa festividad religiosa chiíta.
El Ministerio de Defensa dijo que puestos de control fueron establecidos en los alrededores de Khadimiya para reforzar la prohibición de portar armas, bolsos y teléfonos celulares, los que pueden ser utilizados para detonar explosivos.
A todo esto, las tropas iraquíes, ayudadas por asesores militares estadunidenses, detuvieron a tres "jefes de un escuadrón de la muerte" chiíta, acusados de haber asesinado a sangre fría a 42 sunitas en julio, informó una fuente militar estadunidense.
El pasado 9 de julio, extremistas chiítas entraron en el barrio Al Jihad, en Bagdad, de mayoría sunita, pidieron las identificaciones a algunos habitantes del lugar y asesinaron a 42 personas, entre las que había familias enteras.
Uno de los detenidos está acusado de haber sido el "cerebro" de la operación punitiva, mientras el segundo fue el presunto responsable de haber colocado el puesto en que se controlaban las identificaciones de los habitantes para comprobar su pertenencia religiosa.
El tercer detenido está acusado de haber participado en la matanza.
Las detenciones se inscriben en el plan para garantizar la seguridad de Bagdad en que participan 30 mil hombres, entre militares iraquíes y estadunidenses.