Reacciones en España ante comunicado de ETA
Madrid, 18 de agosto. El temor a la ruptura del proceso de paz en el País Vasco, suscitado a raíz del más reciente comunicado de ETA, provocó un alud de reacciones de todos los agentes políticos implicados en la búsqueda de la paz. La mayoría coincidió en reafirmar su esperanza en la continuidad de las negociaciones, al tiempo que reclamó a ETA que no se inmiscuya en lo que se denomina "proceso político". El primero en reaccionar fue el gobierno autonómico vasco, en manos de la coalición tripartita integrada por el Partido Nacionalista Vasco, Eusko Alkartasuna e Izquierda Unida Ezker Batua, al considerar que ETA no tiene "derecho a frustrar las esperanzas de este pueblo y de esta sociedad". Ante el silencio del gobierno central, el vocero del PSOE, Alfonso Perales, señaló que "la política en democracia la hacen los partidos políticos a través de los representantes elegidos libremente por los ciudadanos, por lo que la paz no tiene ni tendrá nunca precio político alguno. ETA lo sabe y ni lo puede ni lo debe olvidar". El derechista Partido Popular, el único en contra desde el principio del proceso de paz, insistió que ante la postura de ETA, el gobierno español lo que debe de hacer es romper las negociaciones, "abandonar el diálogo" y combatir al grupo armado mediante la "disuasión y con el peso del estado de derecho, ya que no existe atisbo de que los terroristas tengan intención de cesar en sus objetivos". El coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, dijo que "no se le admite ningún chantaje a ETA, pues no tiene pito que tocar, ya que las cuestiones políticas no competen a ETA y sí a las fuerzas políticas vascas, navarras y españolas". Por último, la formación nacionalista Aralar (una escisión de la coalición Batasuna) consideró que el comunicado de ETA es "una verdadera amenaza que desde el punto de vista democrática no es tolerable".