Sorprende a mazahuas el operativo de seguridad del EMP en San José del Rincón
Combatiré la pobreza con trabajo, no con limosnas, afirma Calderón
El panista se compromete a gobernar para todos, "sin exclusivismos, sin exclusiones"
Ampliar la imagen Felipe Calderón Hinojosa, candidato presidencial del Partido Acción Nacional, a su arribo a San José del Rincón, en el estado de México, donde se reunió con la población mazahua Foto: Notimex/ Carlos Pereda
San José del Rincon, Mex., 22 de agosto. El primer acto del candidato presidencial del Partido Acción Nacional (PAN), Felipe Calderón Hinojosa, en una plaza pública después de la elección del 2 de julio, se realizó en medio de fuertes medidas de seguridad. El panista llegó en helicóptero al municipio más pobre de la entidad y prometió que abrirá las puertas para acabar con la marginación.
Frente a la iglesia del poblado, unos 12 elementos del Estado Mayor Presidencial (EMP) revisaron escrupulosamente a indígenas y campesinos, a quienes hicieron pasar por arcos detectores de metales; revisaron las mantas que algunos portaban, para evitar que se colara alguna expresión disidente, y sólo dieron acceso a quien llevaba el pegote de "invitado especial".
A la prensa le prohibieron acercarse a las vallas, por "seguridad". Uno de los guardias comentó que así se evitaría que alguien pasara artefactos peligrosos.
De acuerdo con los pobladores, desde las ocho de la mañana medio centenar de elementos asignados a la seguridad de Calderón cercaron la avenida Juárez e interrumpieron el tránsito por la vía principal de este municipio, colindante con el estado de Michoacán.
Al observar la calle ocupada con decenas de vallas y a los mazahuas formados para pasar la revisión por tres arcos detectores de metales, conectados con un cable eléctrico a una tortillería, Gaudencio Mejía, originario de San Juan Palo Seco, exclamó: "demasiada seguridad para la gente humilde que hay aquí".
Los habitantes estaban sorprendidos. En mayo pasado recibieron la visita del gobernador priísta Enrique Peña Nieto para la inauguración de la remodelada Plaza Independencia, pero en aquella ocasión, comentaban, no se cerró la calle.
A las dos de la tarde, unos mil comensales ya estaban sentados en las mesas dispuestas en la plaza. A unos metros, del otro lado de los arcos detectores de metales, se impedía el paso a 50 indígenas.
"El día que metimos el voto no tuvimos horario", se quejaba un representante del diputado Armando Enríquez, quien encabezaba un grupo de mujeres que esperaban entrar para saludar al panista.
Al lugar llegaron habitantes de rancherías como Jalpetec, La Fábrica, La Trinidad, La Soledad y Ejido Los Pintados. Explicaron que fueron transportados en autobuses y camionetas. Muchos llevaban cartas solicitando agua potable, luz o la pavimentación de caminos.
Una hora después de la cita, arribó el michoacano a bordo de un helicóptero con matrícula XA-TAA, en un campo cercano a la presidencia municipal.
El presidente municipal panista, Juan José Bastida, le organizó una recepción con música y bailes mazahuas.
Calderón llegó acompañado de un convoy de tres camionetas y una ambulancia con las siglas del DIF. Al panista y a su esposa, Margarita Zavala, quien iba vestida con un traje mazahua de color azul, les colgaron collares con flores y panes de la región.
Marcelina Castillo, líder mazahua, lo presentó como "el presidente de la República", y le pidió que no se olvide de los municipios más marginados y, por lo pronto, construya un hospital en San José del Rincón.
Un coro de niños cantó unos villancicos en español y en mazahua, mientras los invitados comían arroz y barbacoa, y tomaban refrescos.
El alcalde siguió el ejemplo de Marcelina Castillo y también llamó a Calderón "nuestro presidente", y le expresó el respaldo incondicional de los habitantes del municipio. De paso, criticó a los que tratan de desacreditar a las instituciones. "¡Que viva el presidente de México!"
Calderón respondió a los halagos y dijo que ya no iba a pedirles su apoyo, como lo hizo en junio pasado, cuando los visitó como candidato, sino a brindarles su apoyo. "Estoy decidido a trabajar codo a codo con los mazahuas, con la gente más pobre del estado de México."
Advirtió que no es de los políticos que prometen regresar y nunca lo hacen. "Yo sí regreso, porque soy un hombre de palabra", expresó. Y se comprometió a gobernar "sin exclusivismos, sin exclusiones, gobernaré para todos".
Hoy, afirmó, los tiempos están cambiando, porque los mexicanos han optado por superar los rezagos a través de la paz, de la democracia, de la libertad y el respeto a las leyes.
Es a través de la democracia, expresó, que México ha empezado a cambiar; ahora es momento para que la democracia avance para establecer principios de igualdad y de equidad entre los mexicanos.
De esta forma insistió, como lo ha hecho en días recientes, en que tendrá un firme compromiso para combatir la pobreza. Pero advirtió que no será "a base de limosnas, ni de caridades, sino asegurando trabajo a los mexicanos".
Calderón tuvo que acortar su discurso porque cayó un chubasco. El agua se filtraba por la lona que cubría la plaza y los invitados abandonaron las mesas para guarecerse. En estas circunstancias el candidato se despidió rápidamente y abordó una camioneta en medio de la lluvia.