Migrante acusado de feminicidios pide no ser extraditado
Ciudad Juárez, Chih., 22 de agosto. Edgar Alvarez Cruz, detenido la semana pasada en Denver, Colorado, por violar leyes de Estados Unidos, solicitó a un juez migratorio en El Paso, Texas, que revise su caso para no ser deportado, como lo solicitó el gobierno de México, que lo acusa de los homicidios de al menos 10 mujeres en Ciudad Juárez, Chihuahua.
Alvarez Cruz fue involucrado por José Francisco Granados, quien fue detenido en Virginia y declaró haber participado en los ocho homicidios descubiertos los días 6 y 7 de noviembre de 2001 en un campo algodonero y en los dos del cerro del Cristo Negro, en Ciudad Juárez. Además, elaboró planos y proporcionó a autoridades mexicanas y estadunidenses información y nombres de los involucrados, entre ellos Alvarez Cruz.
Otro detenido es Alejandro Delgado Valles, El Calá, quien presuntamente ha declarado ante la fiscalía mixta que investiga los homicidios. Los tres son los principales sospechosos de encabezar una pandilla que mató a más de 10 mujeres en Ciudad Juárez.
En el Servicio de Inmigración y Naturalización de Estados Unidos se informó que Edgar Alvarez utilizó un derecho de los migrantes para que un juez federal determine si es elegible o no para un proceso de extradición.
Teresa González, subprocuradora de Justicia de la zona norte de Chihuahua, dijo que dar a conocer los nombres de los dos sospechosos puede afectar las indagatorias de autoridades mexicanas, que solicitaron ayuda a las estadunidenses.
Las madres de Esmeralda Herrera Monreal, María de los Angeles Acosta Ramírez y Mayra Juliana Reyes Solís, tres de las muertas localizadas en el campo algodonero, piden que les demuestren que los tres detenidos son los verdaderos homicidas, ya que anteriormente estuvieron cautivos por esa misma causa Gustavo González Meza, muerto en el penal de Chihuahua, y Víctor García Uribe.