El plagiario, un pariente lejano, se suicidó
Aparece en Austria una secuestrada en 1998
Viena, 24 de agosto. El más espectacular caso de secuestro ocurrido en Austria se resolvió finalmente este jueves, cuando una joven de 18 años que apareció, muy pálida y delgada, en un suburbio de esta capital fue identificada gracias a una cicatriz en el cuello, como Natascha Kampusch, secuestrada hace ocho años.
La policía informó que el secuestrador Wolfgang Priklopil, de 44 años, era un pariente distante de la familia de la niña, quien se suicidó el miércoles tirándose bajo un tren expreso. La joven logró escapar luego de que su captor, en un descuido, dejó abierta una puerta de la casa en que la mantuvo encerrada ocho años.
Presumiblemente Priklopil pasó varias horas conduciendo su auto, buscando a Kampusch por la ciudad hasta que fue a la estación ferroviaria del norte de Viena a suicidarse.
Según testigos, la joven apareció deambulando llorosa por el suburbio y cuando alguien se le acercó a preguntarle si necesitaba ayuda ella respondió: "Soy Natascha Kampusch, a la que secuestraron. Quiero regresar con mis padres".
En marzo de 1998, compañeros de escuela de Natascha vieron como la niña de diez años fue obligada a subir a una vagoneta blanca. En ese momento, la policía lanzó una búsqueda y entrevistó a 700 propietarios de este tipo de vehículos.
Este jueves, la policía admitió que Priklopil fue uno de los hombres a los que se investigó entonces, pero que como el sospechoso tenía una coartada verificable, nunca fueron a su domicilio a investigar.
El secuestrador mantuvo a Natascha Kampusch encerrada en un garage recubierto de aislante de ruido en el que había una cama, baño con ducha, libros, y videograbadora. Priklopil permitía que Natascha leyera periódicos, pero le limitaba el ver televisión.
La joven declaró que su captor le siguió impartiendo educación básica, y que no trató de escapar antes porque el hombre le aseguró que había minas en torno a toda la casa que la "rostizarían hasta el hueso" si trataba de huir.
Recientemente, según los vecinos, Priklopil dejaba a Natascha que lo acompañara a hacer mandados. Al verlo acompañado pensaron que al fin tenía novia. La madre de Priklopil lo visitaba a veces, pero nunca notó que en la casa hubiera una mujer secuestrada.
Hasta el momento, las autoridades no han determinado el móvil del secuestro ni si la joven sufrió abuso sexual o de otro tipo durante su cautiverio.