El Museo Estudio Diego Rivera presenta obras del escultor
Homenaje a Luis Ortiz Monasterio por el centenario de su nacimiento
Considerado como uno de los pilares de la escultura mexicana, Luis Ortiz Monasterio (1906-1990) conjuntó en su amplia producción, durante casi 70 años del siglo XX, los valores plásticos de las tradiciones escultóricas precolombinas, el legado artístico de Occidente y una constante búsqueda formal de indiscutible valor universal, señaló la investigadora Guadalupe Tolosa Sánchez.
En el homenaje por el centenario del natalicio del artista, en el Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo, Tolosa expresó que el escultor perteneció a la generación de vanguardia de artistas inmersos en la encrucijada del arte emanado de la Revolución, cuando en los años 20, en la antigua Academia de San Carlos se vivía una etapa de transición de la enseñanza.
Guadalupe Tolosa comentó que este año la Dirección General de Publicaciones del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes publicará El ropero de piedra, autobiografía que Ortiz Monasterio realizó junto con Silvia Navarrete.
En el homenaje, Tolosa manifestó que debido a los cambios urbanos que ha sufrido la ciudad de México, varias de las obras del escultor se perdieron como El esclavo que se encontraba en un parque donde antes estaba la escuela Revolución, en Chapultepec y Balderas.
Para conmemorar el centenario del natalicio del escultor mexicano, fue que el Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo organizó una conferencia con la participación de la hija menor del artista, Ana María Ortiz Monasterio, Adolfo Cantú, Magdalena Zavala, directora del museo, y las investigadoras de arte María Estela Duarte y Guadalupe Tolosa.
En el recinto se exhibirán algunas de las piezas de mediano formato del artista, en las que combinó la sensualidad de las formas humanas con la rigidez de las estructuras mecánicas.