Perdió una diputación federal y dos escaños de mayoría
Comicios del 2 de julio, duro golpe para el PRI en Hidalgo
Ampliar la imagen Urnas electorales de la casilla 1616 halladas en la colonia Electricistas, en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas Foto: Víctor Camacho
Pachuca, Hgo., 26 de agosto. El retroceso del PRI en Hidalgo en las elecciones federales del pasado 2 de julio fue un duro golpe político, pero la derrota que sufrieron en los mismos comicios el ex gobernador Jesús Murillo Karam -quien era considerado el jefe político estatal- y el ex alcalde de Pachuca Alberto Meléndez, frente a dos ex priístas y demonios del tricolor, José Guadarrama y Daniel Ludlow, en la disputa por un escaño de mayoría en la Cámara de Senadores y la diputación federal por el distrito de Pachuca, respectivamente, ha sido para la clase política priísta local casi una afrenta.
Por si fuera poco, otro enemigo del PRI, el cantante Francisco Xavier Berganza, también llegará al Senado, en compañía de Guadarrama en la fórmula de la coalición Por el Bien de Todos.
Aun así, Murillo Karam llegará al Senado pero sólo gracias al asiento que le corresponde a la primera minoría en la Cámara alta.
El tricolor aseguraba que tendría carro completo y ganaría no sólo las dos senadurías, sino las siete diputaciones federales. Al final, perdió en tres distritos (Pachuca, con el PAN, y Actopan y Tepeapulco, ante la coalición Por el Bien de Todos).
El refrán "para que la cuña apriete debe ser del mismo palo" se aplicó perfectamente no sólo en las candidaturas al Senado, sino en las de diputados de Pachuca y Actopan. En el primer caso, el ganador de la senaduría por la primera fórmula de mayoría relativa es José Guadarrama, cuestionado hasta por un sector del PRD, que lo postuló. A este personaje se le adjudica la muerte de perredistas en la región de Jacala -según documenta un libro editado por diputados federales del PRD en la 57 Legislatura federal-, de participar en el Pemexgate, ser el principal alquimista del PRI en los años 80 y 90 y haber sido el gran persecutor de perredistas (cuando el partido nacía) en estados como Michoacán y Zacatecas.
Además, Convergencia consiguió que la coalición colocara como candidato al Senado al ex diputado federal del PAN y ex candidato a gobernador en 1989 por la alianza PAN-PVEM Francisco Xavier Berganza, quien podría inscribirse al libro de récord Guinnes como el único en ganar una senaduría sin presentarse a un solo acto de campaña.
Sobre él pesa una orden de aprehensión por tentativa de violación. Berganza, quien argumenta que todo fue un montaje auspiciado por el gobierno del estado, no acudió al consejo local del Instituto Federal Electoral para recibir su constancia de mayoría como senador electo.
En Actopan, ocurrió un caso curioso. La Alianza por México postuló a un ex perredista y la coalición Por el Bien de Todos a un ex priísta. La primera, encabezada por el PRI, presentó como candidato a diputado a Raúl González, funcionario del gobierno del Distrito Federal en los tiempos de Cuauhtémoc Cárdenas y Rosario Robles, quien llegó a Hidalgo como secretario de Educación Pública en la administración de Manuel Angel Núnez y ligó un segundo periodo con Miguel Osorio Chong.
Mientras, la coalición Por el Bien de Todos presentó a Sergio Hernández, quien fue secretario general de la sección 15 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, gracias al apoyo de Elba Esther Gordillo, y con el aval del entonces gobernador Jesús Murillo. Al final, González se impuso con una diferencia de apenas 969 votos.
En el caso del distrito de Tepeapulco, el PRI postuló a la diputada local Guadalupe Muñoz, ex alcaldesa de Apan, a quien la gente le dio la espalda, pues su adversario, el candidato de la coalición Por el Bien de Todos, el ex dirigente estatal del PRD Miguel Angel Peña, de quien se pensaba no inquietaría al PRI, al final ganó por diferencia de 3 mil 444 sufragios.
La ola del Peje
Si hubo un distrito donde la inercia del movimiento encabezado por el candidato presidencial de la coalición Por el Bien de Todos, Andrés Manuel López Obrador, surtió su mayor efecto, fue el distrito de Pachuca (que incluye a la capital del estado y al municipio de Mineral de la Reforma), pues la candidata coalicionista, Lilia Cortés, a quien todo mundo desconocía, alcanzó la votación más alta en la historia del PRD en la capital, de más de 32 mil votos. Fueron muchos, pero no suficientes.
La Alianza por México postuló al saliente alcalde de la capital Alberto Meléndez, quien tres años antes había ganado la presidencia con más de 20 mil votos. El PRI consideraba que con Meléndez la elección estaba ganada.
El PAN, por su parte, postuló a Daniel Ludlow, que si bien surgió del sector empresarial, se sumó al PRI en el gobierno de Murillo Karam, quien lo hizo diputado local suplente, luego fue legislador local en el gobierno de Manuel Angel Núñez Soto y concluyó como secretario particular del mandatario estatal.
Luego de ser desplazado por el tricolor en busca de la candidatura a la alcaldía de Pachuca y una diputación federal, renunció al PRI e intentó ser candidato de la coalición Por el Bien de Todos, pero también fue desechado. Al final lo cobijó el PAN.
El resultado fue el triunfo de Ludlow, con 57 mil 025 votos por 41 mil 141 del candidato de la Alianza Por México, Alberto Meléndez; y, la ¡sorpresa!, 33 mil 351 de la candidata de la coalición, Lilia Cortés, a quien se le vaticinaban unos 5 mil votos, cuando más.