La protesta del 1º de septiembre será pacífica, pero firme, dice el dirigente del PRD
Rechaza Cota que el movimiento de resistencia civil haya perdido fuerza
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En imagen de archivo, el dirigente nacional del PRD, Leonel Cota
Foto: María Luisa Severiano
A quienes se burlan o pretenden calificar de inconstitucional el hecho de que Andrés Manuel López Obrador pueda ser nombrado presidente legítimo de la República por la Convención Nacional Democrática (CND) el próximo 16 de septiembre, se les olvida la historia del país, advirtió el dirigente nacional del PRD, Leonel Cota Montaño.
En entrevista, recalcó que no levantarán el megaplantón instalado del Zócalo a Reforma -que ayer cumplió un mes-; que la protesta del próximo primero de septiembre será pacífica, pero firme, ya que no se confrontarán con las fuerzas públicas, y consideró que el bloque PRI-AN en ambas cámaras legislativas es un primer paso para convalidar el fraude del 2 de julio y demuestra la importancia del movimiento de resistencia civil.
"Aquí se juega no sólo el destino del PRD, sino de la izquierda democrática mexicana", aseveró.
Entrevistado en el campamento del Zócalo, el presidente del PRD aclaró que la CND no será un órgano de partidos ni una reunión de fuerzas políticas, sino una asamblea de ciudadanos libres para decidir asuntos torales del país, el más importante: la oposición a que se imponga un presidente espurio.
Agregó que desde Los Pinos y el PAN se ha querido ridiculizar la propuesta que López Obrador puso a discusión, que deberá debatirse en la CND, de nombrar un gobierno legítimo, e inclusive se ha dicho que es inconstitucional, pero "ello sólo muestra ignorancia de la historia".
En muchas etapas del desarrollo histórico de México, entre ellas la porfirista y la revolucionara, hubo presidencias alternas. Inclusive durante el gobierno de Benito Juárez la derecha nombró varios presidentes, y no se puede olvidar que en 2000 el panista Manuel J. Clouthier conformó su "gabinete paralelo", del que formó parte Vicente Fox, señaló.
"Son los movimientos populares los que han hecho los cambios requeridos, y eso es lo que pretende López Obrador mediante la convención: crear nuevas instituciones que respondan a las necesidades del pueblo y no sigan como rehenes de la elite política que ha gobernado en las últimas décadas".
Cota Montaño precisó que los tres partidos que integran la coalición Por el Bien de Todos, conjuntamente con la comisión organizadora de la CND, trabajan arduamente en la organización de ese encuentro, para el que no cuentan con grandes recursos financieros, pero sí con "mucha voluntad y convicción".
Rechazó luego las versiones que desde el poder se han manejado de que el movimiento de resistencia civil encabezado por Andrés Manuel López Obrador pierde fuerza.
"El 16 de septiembre lo verán todos", respondió, e hizo notar que en los pasados días recorrió varias entidades del país y constató que "a pesar del linchamiento en la gran mayoría de los medios de comunicación, el liderazgo de Andrés Manuel sigue sólido", pues "ya sea en los aeropuertos, en los restaurantes o en la calle, los ciudadanos nos piden no dejarnos doblegar, no ceder".
-¿Se ha criticado mucho que los campamentos estén vacíos en algunas horas o con poca gente?...
-La gente tiene que trabajar y sería muy imprudente pedirle que esté las 24 horas en los campamentos. Nuestros compañeros lo que hacen es venir en el día, en las tardes o por la noche, pero lo importante es que hay un buen ánimo. Si algo ha caracterizado a este movimiento es la fe enorme en lo justo de nuestra lucha.
El presidente del PRD expresó, asimismo, que aún no se define la modalidad de la protesta que harán el próximo primero de septiembre. Lo único seguro es que se movilizarán de manera pacífica, dijo, y que tratarán de llegar a la sede de la Cámara de Diputados sin confrontarse con las fuerzas públicas que rodean el Palacio Legislativo de San Lázaro.
-¿No hay temor a la represión?
-Sabemos que a Fox ganas no le faltan, por el coraje que siempre ha demostrado contra nuestro movimiento, pero de hacerlo deberá asumir el costo político, sobre todo ante la opinión pública internacional, que está muy pendiente del conflicto poselectoral.