Habla sobre su encarcelamiento en México por evasión fiscal hace 17 años

Fui víctima del complot Televisa, Hacienda y Presidencia: Brizuela

En su autobiografía, el cantante relata desde su detención hasta el pago de la fianza por la cual obtuvo su libertad

"Fue un acto xenofóbico; fui vulnerable por estar en tierra ajena"

ARTURO CRUZ BARCENAS

"Sólo quisiera ver a Francisco Gil Díaz -el actual secretario de Hacienda, y que en el régimen del presidente Carlos Salinas de Gortari fungía como subsecretario de Ingresos-, no cuatro meses, que es lo que yo estuve encarcelado, sino cuatro horas; de Raúl Velasco padre y Raúl Velasco hijo, quien era mi representante y me traicionó, pues yo confié en él... ¡pobres! El primero hasta ha llorado enfrente de mí; el segundo... ni a cabrón llega", expresó ayer en entrevista con La Jornada el cantante Laureano Brizuela, El Angel del Rock, al hablar de su autobiografía Infamia del poder en México. Mi crónica del terrorismo fiscal, sus víctimas, sus tácticas y sus inquisidores (Grijalbo).

Brizuela se dijo víctima de un complot que fue de las oficinas de Televisa a Hacienda y de ésta a la Presidencia de la República. Han pasado 17 años de cuando fue detenido al llegar a México procedente de Estados Unidos, país del que tiene la ciudadanía. "El mío fue un caso de xenofobia, de xenofobia fiscal. Fui detenido y encarcelado en 1989 por presunta evasión y defraudación fiscal, pero finalmente salí el Reclusorio Norte con una fianza de 120 millones de pesos y absuelto en diciembre de 1996. Me imputaban una defraudación de mil 300 millones. Hacienda no ha querido devolverme mi dinero. Gil Díaz siempre ha estado detrás".

En la cúspide de su carrera

Cuando fue detenido, Brizuela estaba en la cúspide de su carrera. Originario de la Provincia de Salta, Argentina, su vocación artística se manifestó a temprana edad. En Buenos Aires comenzó su carrera profesional y grabó canciones que le dieron fama entre la juventud de su país. Viajó por el continente; llegó a Puerto Rico, donde se estableció cuatro años; les produjo a artistas locales, entre ellas a la que fue su compañera, Ednita Nazario. Así llegó a México, donde en 1985 lanzó un disco de altas ventas.

Creó un concepto de roquero que luego fue imitado. Vendió millones de discos. En eso estaba cuando fue detenido. En las 274 páginas cita nombres ligados al tráfico de influencias, a la impunidad y al abuso del poder. "¿Quién es hoy Gil Díaz para mí? Es la misma persona que me fabricó un caso, quien abusó de un cargo que le fue conferido; me eligió al azar, con mucha saña y premeditación, hasta donde estoy informado, por gente que estuvo presente en la señalización.

"Gil Díaz ya tenía afanes globalizadores y en Estados Unidos le pidieron que aplicara medidas fiscales. Aplica el ejemplo, un castigo ejemplar. Regresa a México y de una lista donde figurábamos varios artistas, como José José, Yuri, Juan Gabriel, Luis Miguel y yo, me eligieron a mí. Me pusieron el dedo en esa lista. Se me demandó, la maquinaria me demandó. Intentaron sacar información del hijo de Raúl Velasco. Este manejaba todas mis entradas y salidas del país. Yo tenía un convenio con él y era el absoluto y total responsable de todas las obligaciones de un artista extranjero, que era yo.

"Yo cobraba y ellos cobraban adelantos. Me descontaban 30 por ciento de cada presentación. No hubo descuido de parte mía, pues había mucha confianza. En los programas de Raúl Velasco yo tenía un trato preferencial, por instrucciones de Emilio Azcárraga, El Tigre. Velasco hijo se quedó con los porcentajes y no los reportó a Hacienda. Me daba una papeleta azul, pero el recibo final era otro."

Aprovechan circunstancia

El músico continuó: "Me vendían y yo trabajaba. Sí fue un acto xenofóbico. Fui vulnerable por estar en tierra ajena. Dijeron: cárguense un artista. Cuando se entera Velasco de que se lo van a cargar se esconde. El padre aprovecha para ir a ver a Salinas de Gortari; habla con éste y Salinas le dice que esas son chingaderas, que cómo le iban a hacer eso, que iba a hablar con Paco Gil, porque no podía ser. Habla con Paco Gil, así con apelativos, porque así se refirió Velasco ante la prensa internacional; el caso es insólito.

"Hubo tráfico de influencias, abuso de poder, trampas. Azcárraga le dio el dinero a Velasco para que le pagara a Hacienda, para sacarlo del problema. Mi amistad con El Tigre era buena, pero Velasco le dijo: por el cabrón de Brizuela van a meter preso a mi hijo, porque no pagó los impuestos los últimos dos años, Velasco sabía que su hijo no me había pagado.

"Canté en Miami y vine a México en Panamerican; se abrió la portezuela y se me acercaron unos tipos vestidos de negro con armas largas. Me pasearon durante 40 minutos por varias zonas aledañas al aeropuerto. Me callaban. Pedí hablar con mis abogados. Me dieron otro paseo y me metieron en un cuarto. Solicité hablar por teléfono. No me dejaron, lo cual es un delito gravísimo. Estamos ante una violación a la Convención de Viena del 61, la Constitución. Estaba secuestrado, incomunicado, hasta que llegaron tres federales a buscarme. Estuve cuatro meses y medio en la cárcel. Salí bajo fianza y con la obligación de pagarle al fisco un crédito de mil 380 millones de pesos, de esos días. Azcárraga se entera que yo estaba ahí adentro por una mentira de Raúl; aprietan sus relaciones.

"Buscaron otras formas para que no me liberaran, pero al final salí absuelto. Hoy quiero luchar para que Hacienda me regrese lo que me quitó ilegalmente. Es por mis hijos. Enteraré a cien millones de personas sobre este asunto al que he estado ligado desde hace 17 años. Hace seis meses terminó el periodo de 17 años de litigio con el gobierno mexicano. Ahora reclamo la devolución de mis bienes.

"Exijo que Hacienda se disculpe, primero, y que me devuelva lo que es mío."