López Portillo, De la Madrid, Salinas, Zedillo y Fox fueron interpelados
En 180 años, sólo Alvaro Obregón y Portes Gil no hablaron al Congreso
Abelardo L. Rodríguez, en 1934, pronunció el mensaje más largo; duró siete horas
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Protesta perredista durante el sexto Informe de Ernesto Zedillo
Foto: José Antonio López
A lo largo de 180 años y 11 recintos legislativos -desde que el primero de enero de 1825 Guadalupe Victoria presentó ante el Congreso el primer Informe en la historia de país-, sólo Alvaro Obregón Salido y Emilio Portes Gil (cuya presidencia fue de 14 meses), y probablemente Vicente Fox ahora, han sido los únicos mandatarios que no se han dirigido a los legisladores para dar cuenta del estado que guarda la nación.
De acuerdo con el artículo 69 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos: "A la apertura de sesiones ordinarias del primer periodo ordinario del Congreso, asistirá el Presidente de la República y presentará un informe por escrito, en el que manifieste el estado general que guarda la administración del país...", espacio que han aprovechado los jefes del Ejecutivo en turno para dirigir, además, un mensaje político al país.
Mensaje que va, desde la prolongada alocución de Abelardo L. Rodríguez en 1934, que utilizó para ella más de siete horas, hasta la de Ernesto Zedillo, en 1995, con un mensaje de escasos 40 minutos.
Interrupción por pugna interna
No siempre el uso de la tribuna por los presidentes en turno fue motivo de aplausos. Ni siquiera en plena época del partido único. En 1923, al responder el tercer Informe presidencial de Alvaro Obregón, Jorge Prieto no dejó pasar la oportunidad para reclamarle, sin éxito, su intención de promover a Plutarco Elías Calles como su sustituto. Se trataba, entonces, de un pleito interno entre miembros de un mismo partido.
Vinieron después otras interpelaciones, como la del primero de septiembre de 1979, durante el tercer Informe de José López Portillo, quien fue interrumpido por el diputado panista por Coahuila Edmundo Gurza Villarreal, quien reclamó "la falta de democracia" en aquella entidad.
Durante los años siguientes el Partido Revolucionario Institucional (PRI) logró controlar las manifestaciones de condena que hubiesen podido surgir de los diminutos grupos parlamentarios de oposición, hasta que en 1988, durante el sexto Informe de gobierno de Miguel de la Madrid, el diputado del Partido Popular Socialista, Jesús Luján, intentó una primera interrupción al discurso presidencial.
A este intento siguió el del senador del Frente Democrático Nacional, Porfirio Muñoz Ledo, quien desde su curul acusó al gobierno priísta de "la caída del sistema" y del presunto fraude cometido en las elecciones donde contendieron Carlos Salinas de Gortari y Cuahthémoc Cárdenas Solórzano.
En una manifestación más de protesta, los legisladores que llegaron al Congreso de la Unión en esa elección abandonaron el salón de plenos, y el panista Vicente Fox Quesada se colocó boletas electorales a manera de orejas para protestar por el presunto fraude.
Los tiempos de Salinas
La presencia de Carlos Salinas de Gortari en la Cámara de Diputados fue acompañada de continuas interpelaciones. Una crónica, publicada en este diario, dio cuenta de la frase con la que Salinas respondió a los gritos de los legisladores del Partido de la Revolución Democrática: "Ni los veo, ni los oigo".
Al término de la gestión salinista, las expresiones de rechazo al régimen del PRI se incrementaron. En 1996, mientras su sucesor Ernesto Zedillo Ponce de León hacía uso de la tribuna, el diputado perredista Marco Rascón se plantó frente a él con una máscara de cerdo.
Y Vicente Fox, quien en su momento increpó desde su curul al presidente en turno, fue centro de las protestas de quienes, el primero de septiembre de 2005, le reclamaron el proceso de desafuero que emprendió contra Andrés Manuel López Obrador.