Usted está aquí: sábado 2 de septiembre de 2006 Política La toma de la tribuna impide a Fox leer mensaje al Congreso

Navarrete exigía el retiro del cerco policiaco-militar cuando actuaron PRD y PT

La toma de la tribuna impide a Fox leer mensaje al Congreso

El Presidente ordenó sitiar San Lázaro sin aprobación del Legislativo, acusa el perredista

Diputados y senadores panistas fueron sorprendidos, esperaban la ocupación después de un receso

ENRIQUE MENDEZ, ROBERTO GARDUÑO Y CIRO PEREZ SILVA

Ampliar la imagen Diputados y senadores del PRD ocuparon la tribuna del Palacio Legislativo para exigir el retiro de militares y policías del recinto, acción que impidió al presidente Vicente Fox dirigir su mensaje al Congreso Foto: José Carlo González

Los grupos parlamentarios de los partidos de la Revolución Democrática (PRD) y del Trabajo (PT) en las cámaras de Diputados y Senadores evitaron ayer que el presidente Vicente Fox Quesadaleyera su último Informe de gobierno, al tomar la tribuna del Congreso de la Unión con el propósito de exigir el retiro de los elementos del Ejército y la Policía Federal Preventiva (PFP) del recinto parlamentario y de las calles aledañas al Palacio Legislativo de San Lázaro.

Los legisladores bajaron de la tribuna hasta que la Secretaría de Gobernación les informó, por conducto del coordinador de los diputados perredistas, Javier González Garza, que las fuerzas militares y policiacas ya habían levantado el cerco al Congreso. Esto ocurrió más de dos horas y media después de la toma, es decir, a las 21:38 horas.

Ante la ocupación de la tribuna camaral, el presidente de la mesa directiva, el diputado panista Jorge Zermeño, pidió a la secretaría general recibir el Informe escrito del presidente Fox, quien esperó un minuto en el lobby del recinto.

Me retiro de este recinto: Fox

El Presidente, rodeado por centenas de militares del Estado Mayor Presidencial (EMP), entregó el paquete y dijo que acudía a la sesión de apertura de sesiones del Congreso como establece el artículo 69 constitucional. "Ante la actitud de un grupo de legisladores que hace imposible la lectura del mensaje que he preparado para esta ocasión, me retiro de este recinto", dijo.

Sus palabras fueron transmitidas al salón de plenos, pero las bancadas perredistas pitaron los 128 silbatos de árbitro, modelo Fox 40 classic, que compraron en una tienda de deportes, y el ruido fue tal que la voz del mandatario se diluyó.

A las 18:50 horas de ayer, mientras el coordinador de los senadores del PRD, Carlos Navarrete Ruiz, expresaba su rechazo a la ocupación policiaca y militar de la Cámara, que incluyó la presencia de francotiradores en las azoteas de edificios aledaños, los legisladores perredistas y petistas se levantaron de sus curules y caminaron hacia la mesa directiva.

Esta acción de los legisladores -que no contó con el respaldo de la bancada de Convergencia, pues sus integrantes sólo se mantuvieron de pie en sus curules- se llevó a cabo durante la lectura de posiciones de los partidos políticos y cuando recibieron una llamada telefónica que confirmaba que el presidente Fox salía de Los Pinos hacia el Congreso, en un momento de descuido de las filas panistas, que esperaban la toma de la tribuna durante el receso para esperar la entrada del Presidente al recinto.

El Ejecutivo violó la Constitución

En la tribuna, Carlos Navarrete reprochó que, en violación al artículo 29 constitucional, el jefe del Ejecutivo federal ordenó el sitio a la Cámara sin la aprobación del Congreso, como lo estipula dicho precepto: en "casos de invasión, perturbación grave de la paz pública o de cualquier otro que ponga a la sociedad en grave peligro o conflicto" se podrá "suspender en todo el país o en lugar determinado las garantías que fuesen obstáculo para hacer frente rápida y fácilmente a la situación".

Mientras los panistas permanecían sentados, Navarrete preguntó: "¿en qué momento, ciudadanos legisladores y legisladoras, cuándo este Congreso aprobó la suspensión de garantías contemplada en el artículo 29 constitucional? ¿Por qué a las afueras de este Palacio Legislativo y a varios kilómetros a la redonda se han suspendido de facto las garantías que establece nuestra Constitución?"

Un impresionante e indignante operativo de las fuerzas de seguridad, dijo, tiene cercada la casa del Congreso por tierra y aire, con lo que se agrede a los representantes de la nación y se impide el ejercicio de las libertades.

"Esta violación está a la vista del país", afirmó, y en ese momento un grupo de 12 diputados y senadores, que tenían la encomienda de dirigir cada uno a 10 más, se levantaron de sus curules y comenzaron a avanzar hacia la tribuna.

Zermeño lo interrumpió: "Permítame...", intervino, pero el perredista no se detuvo. "Está a la vista y está implementado por el Estado mexicano y ordenado por el Presidente de la República, que está obligado a guardar y hacer guardar la Constitución de todos los mexicanos. Esta violación a la Constitución no puede ser aceptada por este Congreso de ninguna manera".

Zermeño, atrás de quien ya se habían ubicado los senadores Graco Ramírez, Arturo Núñez y José Guadarrama, y el diputado González Garza, llamó a las bancadas perredista y petista a regresar "a sus asientos".

"Pido que me permita continuar mi discurso, ciudadano presidente", insistió el senador Navarrete. Situado a la izquierda del panista, el presidente de la Cámara de Senadores, Manlio Fabio Beltrones, se levantó de su curul y salió del salón.

"Solicito... señores legisladores, les pido que vuelvan a sus curules para que podamos continuar esta sesión en orden", insistió Zermeño. Pero el coordinador del PRD en el Senado se mantuvo firme: "Por ello, ciudadanos legisladores, no pronunciaré el discurso que expresa la opinión del Partido de la Revolución Democrática, pues no existen las condiciones para que el Congreso sesione y no abandonaré, ni mis compañeros lo harán, esta tribuna, hasta que se reanude la vigencia de las garantías constitucionales que han sido suspendidas de facto en una parte de la ciudad de México, ordenada por el presidente Vicente Fox Quesada".

Detrás de él, el diputado Emilio Ulloa Pérez sostenía un ejemplar de la Constitución, como hizo el resto de sus compañeros, así como banderas de México y cartulinas donde se insistía en que Fox es un traidor a la democracia. "¡Fuera, fuera, fuera...!", gritaron en reclamo a la salida de policías y militares, así como "¡Sufragio efectivo, no imposición!"

Zermeño pasó de la solicitud para que los legisladores permitieran continuar la sesión y "respeten el recinto y la asamblea" a exigir a perredistas y petistas, después de declarar un receso a las siete de la noche, "que pasen a sus asientos".

Mientras, la Presidencia de la República utilizó como señuelos dos helicópteros Super Puma para distraer la atención y hacer creer que el mandatario llegaría por aire. Sin embargo, Vicente Fox arribó en la camioneta presidencial e ingresó a la Cámara por la entrada principal.

En ese instante, Zermeño declaró reanudada la sesión. "Y en virtud de que no existen condiciones -dijo- para el uso de la tribuna, solicito a la secretaría reciba en el recinto de este Palacio Legislativo el Informe por escrito que presenta el presidente de la República, Vicente Fox".

Una vez que éste entregó el documento, el panista declaró que el Ejecutivo federal cumplió con lo establecido en el artículo 69 constitucional, al estar presente en la apertura de sesiones y entregar por escrito su Informe.

Después declaró cerrada la sesión y citó para la ordinaria del martes 5 de septiembre, donde el prianato y sus apéndices de los partidos Verde Ecologista y Nueva Alianza modificarán la Ley Orgánica del Congreso para beneficiar al PRI que, como tercera fuerza, ocupará la Junta de Coordinación Política.

En el salón sólo se mantuvieron los legisladores de PRD, PT y Convergencia, que seguían al margen. Arriba, en el segundo piso de las galerías, los servicios médicos de la Cámara atendían a Víctor Manuel Vázquez Fernández, presidente del Tribunal Superior de Justicia de Baja California, quien sufrió un infarto.

De salida, el titular de la Secretaría de Gobernación, Carlos Abascal Carranza, se enfrentó verbalmente con el diputado oaxaqueño de Convergencia, Alberto Esteva, quien le había entregado un ejemplar del diario Noticias para que se enterara, le dijo, de lo que ocurre en Oaxaca. "¿Y así va a ser usted representante popular?", le soltó Abascal mientras arrojaba el periódico a los pies del diputado. "¡Qué vergüenza y qué cobarde es usted!", replicó Esteva.

El senador Gonzalo Yáñez calificó la acción de rechazo a la ocupación militar como un éxito, sobre todo porque permitió, a su vez, que se terminara finalmente con la ceremonia no republicana de que el Ejecutivo hablara ante el Poder Legislativo sin la mínima oportunidad de intercambiar ideas y posiciones.

Después de las nueve de la noche, González Garza reunió a los legisladores, al pie de la presidencia de la mesa directiva, para informarles que Abascal le llamó para asegurarle que, a su vez, Zermeño le había pedido retirar a la fuerza pública.

"Los felicito -les dijo-, porque no se rompió una planta. Acabo de dar una conferencia de prensa donde dije que no podíamos quedarnos sentaditos, sin que nos escuchara, porque él es el ilegal, porque tiene años de confabularse. Y esta acción fue una decisión preventiva porque no pasó nada aquí ni afuera".

Ante la prensa, dijo que "ningún Congreso, en un país democrático, puede laborar sobre la base de la ocupación militar. Nos parece irresponsable". González Garza insistió en que tomar la tribuna fue "un acto preventivo", y que lo que hicieron fue "para que no sucediera nada. Teníamos temor fundado de provocaciones por parte del gobierno federal. Nosotros pedimos a los compañeros del Zócalo que no se acercaran a este Palacio Legislativo con el propósito de no enfrentar una provocación. Nos dimos a la tarea de resolver este asunto sin que hubiese un solo herido... no se rompió una planta". Insistió en que a su partido le correspondía presidir la mesa directiva y así poder escuchar y contestar el Informe, pero hubo una decisión: Héctor Larios, que dijo a la prensa: "yo tenía un mandato para que ustedes no contestaran".

"Y nos quitaron la palabra en el parlamento. Y querían que nos quedásemos callados cuando Fox tiene años en una actitud ilegal tratando de expulsar de las filas contrarias a sus contrincantes; tiene años de confabulación en contra de un candidato presidencial".

Después de las 10 de la noche, los legisladores se retiraron. En el Zócalo los esperaban -por invitación de Andrés Manuel López Obrador- los simpatizantes perredistas.

 
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