Difundirá Canal 22 la serie La cocina de Diego y Frida. El sabor de un mundo
Guadalupe Rivera Marín revelará los secretos culinarios de su familia
Mi padre era un diletante de la comida; mentira que Frida se la pasara sufriendo, afirma
Ampliar la imagen Imagen del programa que conducirá Guadalupe Rivera Marín
El platillo preferido de Diego Rivera era el clemole de Oaxaca o también llamado manchamanteles, hecho con pierna de carnero, mientras que a Frida Kahlo le encantaba un pato silvestre traído de Iztapalapa y aromatizado con yerbas como el quelite y el epazote.
Eran platillos sencillos, del diario, pero exquisitos, comenta la hija del pintor, Guadalupe Rivera Marín, quien recuerda que en la casa de Coyoacán de Diego y Frida no se servía comida extranjera, nunca faltaban las tortillas moradas y los invitados y huéspedes como Nelson Rockefeller, Charles Chaplin, Jean-Luc Godard o León Trotsky quedaban maravillados con esos manjares de la antigua cocina mexicana.
Rivera Marín charló con algunos medios luego de la presentación de la serie televisiva La cocina de Diego y Frida. El sabor de un mundo, producida y dirigida por Gabriel Santander, que se estrenará en el Canal 22 este miércoles 6 a las 20:30 horas y en la cual ella será la conductora y la cocinera de esos platillos de su abuela.
Pero no sólo de olores y sabores tratará la serie, pues otros asuntos del arte serán abordados en la cocina por invitados como José Luis Cuevas, Gilberto Aceves Navarro, Hugo Gutiérrez Vega, Ofelia Medina, Arturo Estrada y Arturo García Bustos.
Los programas fueron grabados en cocinas de locaciones como el convento de Santa Rosa, Puebla; el Museo de Culturas Populares, en Toluca; la casa de Emilio El Indio Fernández, conocida como La Quiñonera, o el mercado de Coyoacán.
Durante la presentación, en el Museo Mural Diego Rivera, se proyectó un demo en el que, entre comentarios como el de que "Frida fue mucho más comunista que Diego", se mencionaron otros platillos como el pescado frito en caldillo o pollo empiñado, o postres como el dulce de camote a la poblana.
"Un diletante de la comida"
En la charla con la prensa, la también hija de Lupe Marín recuerda que su padre no se metía a la cocina, pero "era un diletante de la comida", aunque él solía quejarse de un presunto malestar en el hígado. A Diego, agrega Rivera Marín, le gustaba ir al lago de Texcoco a comer pescaditos, y también le encantaba, como a Frida, el huazontle y toda la comida tradicional.
En su casa de Coyoacán, donde la niña Guadalupe vivió algunos años y llegó a jugar a las canicas con Trotsky, Frida tenía una excelente cocinera que le traía esos patos silvestres de Iztapalapa "con cierto sabor a tierra" y a los que le quitaba ese sabor rústico con yerbas de olor.
"No podía uno creer que un platillo tan sencillo pudiera ser tan exquisito", confiesa, aunque agrega que uno de los secretos radicaba en que antes se cocinaba con manteca o aceite de oliva, y con productos silvestres y sin químicos.
La ahora también conductora, para quien es una total mentira el presunto sufrimiento sistemático de Frida, pues ella, "aparte de muy inteligente, siempre se mostraba alegre", salvo los últimos años, la idea fundamental de la nueva serie televisiva es la de retomar la antigua cocina mexicana, que es "sencilla, barata o más o menos barata, y exquisita".