Furt, el clásico maestro
En los estantes de novedades discográficas yacen unas cajas multicolores que uno mira de reojo temiendo medir la cifra astronómica del precio. Pero como la curiosidad mató al gato y a la carestía también, si uno se acerca y toma uno de esos cubos llenos de música se lleva una grata sorpresa: 10 discos compactos por 224 pesos. Caracho. Increíble.
Es más, el dependiente de la tienda Mixup de Galerías Coapa ejerció violencia innecesaria y mandó a checar el precio y me pidió una identificación. Caracho. El león cree que todos son de su etcétera.
Toda esta serie de cubos es una colección de maravillas, cada uno de sus tomos dedicada a distintos gigantes del podio en el siglo pasado: Ernest Ansermet, sir John Barbirolli, Karl Bohm, et al.
Elegimos el del más gigante entre esos colosos: Wilhelm Furtwängler, en tres volúmenes, de los cuales curiosamente solamente se consiguen dos. Caracho.
Es un arsenal de hallazgos. Una carga de dinamita pura. El audio no es de alarido pero contiene el encanto de los discos que suenan a viejo. Y no es para menos, se trata de documentos grabados hace muchas décadas.
En estos 20 discos, si tomamos en cuenta los dos volúmenes asequibles del buen Furt, tenemos una biografía artística de quien para muchos es el más grande director de la historia, sólo comparable con Arturo Toscanini, Sergiu Celibidache y Carlos Kleiber.
Hay por supuesto otras opciones remasterizadas en otros sellos discográficos distintos al de esta baratísima serie de la marca History, pero en aquel caso los precios sí son elevados. Caracho.
Pablo Espinosa