Ya marcó una diferencia histórica, aunque se declare a Calderón presidente electo
Visitantes consideran que movimiento de resistencia tiene eco a nivel mundial
Personas sin distingo acuden a conocerlo, unidas por el deseo de justicia electoral
Ampliar la imagen Campamento de la coalición Por el Bien de Todos sobre avenida Juárez Foto: Guillermo Sologuren
Contrario al ajetreo de los fines de semana, este lunes la presencia de visitantes a lo largo de los campamentos ubicados del Zócalo a la fuente de Petróleos, se registró una afluencia menos nutrida, pero no menos variada y comprometida.
A lo largo del corredor diariamente acuden personas sin distingo de rango económico, nivel educativo, nacionalidad ni religión. Tal es el caso de la señora Herlinda Yolanda Valdés, quien, con una Biblia en la mano, recorre los diferentes campamentos compartiendo versículos con alusiones al movimiento de resistencia civil.
Ya sea con personas que apoyan el movimiento o con los que están en contra, la señora proveniente de la ciudad de Toluca, estado de México, se dirige con una actitud amable a quienes leen consignas o recortes periodísticos colocados en las carpas.
Durante su conversación la mujer de unos 50 años, de pelo cano y anteojos, cita pasajes bíblicos, como los suscritos en el libro Mateo 5, que asientan: "Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia", o aquel que señala: "Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos". O bien, el versículo 9 que a letra dice: "Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios".
A la señora se le preguntó si así como difunde textos bíblicos en la calle, lleva también a su templo el mensaje sobre los motivos del movimiento de resistencia pacífica en protesta por el fraude electoral y el anunciado nombramiento de Felipe Calderón como futuro presidente.
"No, es muy difícil, porque hay gente que va a la iglesia y no le gusta hablar de política. Pero creo que si todos hiciéramos conciencia del momento por el que atraviesa el país y uniéramos nuestras oraciones, el Señor (Dios) nos mandaría a los gobernantes que realmente deseamos y no los que nos quieren imponer", señala la mujer cristiana para quien su religión no es obstáculo al momento de dialogar con otras señoras católicas, con quienes pese a la diferencia de culto la une el deseo común de que "tarde o temprano Andrés Manuel López Obrador sea el presidente de México, porque esa fue la voluntad mayoritaria de los mexicanos".
Eco mundial
A lo largo del corredor, sobre todo en los tramos de la Alameda y el Centro Histórico, también destaca la presencia de ciudadanos extranjeros, quienes se acercan a los campamentos motivados por la inquietud de conocer las causas de la resistencia que lleva más de un mes en la capital.
Uno de ellos es el señor Guido Alberto, originario de Costa Rica, cuya escala en esta ciudad la aprovechó para cerciorarse por sí mismo del movimiento en México, que dijo "tiene gran eco a nivel mundial". Recordó que en las elecciones de febrero pasado en su país cien mil votos fueron la diferencia entre un candidato y otro y ese resultado tan cerrado, dijo, ameritó que el tribunal permitiera el recuento de voto por voto, "y en mi opinión es lo que debió haber sucedido en México para dar certeza al proceso electoral y legitimidad al próximo presidente".
El costarricense, a quien le faltaban sólo unas horas para la salida de su vuelo de regreso a su país y en lugar de visitar algún punto de interés turístico prefirió acudir a los campamentos, consideró que aunque el tribunal electoral declare presidente electo a Felipe Calderón, "este movimiento ya marcó una diferencia histórica. Después de este momento México no va a ser el mismo", expresó.
Dijo no entender los motivos por los que las autoridades electorales en nuestro país "no permiten que el proceso sea transparente. La gente no tiene porqué quedarse con la duda sobre si su derecho a unas elecciones libres y transparentes fue conculcado", consideró.
A pregunta expresa de cómo se observa en Costa Rica a México, comentó:
"Como una nación que pese a su riqueza no ha resuelto sus problemas de pobreza ni de distribución del ingreso. Y lo peor que le puede pasar a un país es que pierda la esperanza en sus instituciones democráticas. Cuando las pierde, esto es lo que te queda", dijo, señalando el plantón ubicado en el tramo del Centro Histórico.