Guillermo Heredia inaugura su exposición Doméstico en la galería Pecanins
Propone artista un diálogo directo en torno a la violencia cotidiana y su nexo con el dinero
Ampliar la imagen Guillermo Heredia, artista Foto: Mónica Mateos
Sangre y oro se unen en cada una de las obras de Guillermo Heredia (DF, 1973) para ''entablar un diálogo directo con el espectador" acerca de la violencia cotidiana y su relación con el dinero, ideas ''que todo el mundo entiende".
Así explica el artista el carácter de los 14 cuadros que conforman su exposición Doméstico, la cual se presenta a partir de este martes en la galería Pecanins (la inauguración será a las 19:30 horas, en Durango 186, colonia Roma).
Las obras fueron realizadas con aerosol dorado (lo cual recuerda sus orígenes de grafitero) y con su propia sangre. También se incluyen las creaciones El esqueleto del eslabón perdido, que consisten en una caja transparente, llena de grapas adquiridas en tienditas clandestinas, y Alto vacío, un recipiente con casquillos de bala calibre 22, que Heredia ha encontrado por toda la ciudad al caminar por la calle.
El detonante de esta muestra fue una anécdota que un amigo colombiano narró al artista: en alguna ocasión, el narcotraficante Pablo Escobar dijo que en su finca tenía enmarcado y colgado en la pared, como si se tratara de una obra de arte pop, una gran cantidad de billetes con el título Mi primer millón de dólares.
Heredia pensó que si el arte funciona en ciertos estratos sociales como símbolo de estatus y poder adquisitivo, ''Escobar desnudaba la obra de todo aquello que le sobraba y dejaba sólo el precio: el símbolo de estatus por excelencia. Ahí no es necesario hacernos pasar por conocedores de arte: el dinero como la violencia es el lenguaje que todo el mundo entiende".
Luego reflexionó acerca de la parte doméstica del delito, ''en cómo se vive la realidad del delito en mi entorno, el delito como parte de lo cotidiano. La idea para la creación siempre es un chispazo, pero después hay que empezar a dialogar con más cosas y hacer referencia a otras obras.
''El artista mexicano actual es monologante o sólo dialoga con sus pares, haciendo chistes locales; entonces, la gente común y corriente se siente insultada, porque uno llega a una galería donde no entiende nada.
''Es válido ser críptico, pero yo no considero eso para mi obra. El arte necesita entablar un diálogo directo con el entorno, saber hacia quién quiero dirigirme, quién va a ser el receptor de mi obra.
''En esta exposición estoy siendo demasiado explícito: es la estética de la sangre, sin ser gore. Creo que los cuadros hasta se ven bonitos y tiene muchas referencias: al barroco, al sacrificio, al action painting, al arte abstracto, al pop art, al body art. Se trata de dar un discurso muy amplio con un lenguaje entendible."
Arte inmediato
Guillermo Heredia es enfático al explicar que en Doméstico pueden encontrar referencias lo mismo el crítico que quien no sea especialista, pues ''es un arte inmediato. No llego a la víscera para crear un shock que resulte repulsivo, quise crear una imagen atractiva, estética; trabajar mucho con la técnica de la pintura, con una idea concreta.
''Esta obra me la imaginé como decoración de oficinas de narcoyupis, con esas referencias de la sangre y el oro. Hay mucho de barroco en esta obras, de simbolismo religioso; de repente se asemejan a los iconos rusos."
Heredia utilizó como materia prima su sangre, poco más de un litro, la cual le fue extraída, cada 45 días, por un amigo médico. Después se dedicó a experimentar con el lienzo, los tonos, la manera de conservar tan peculiar ''tinta".
''Nunca había trabajado con un elemento vivo, como la sangre. Tardé un año en desarrollar la idea, en aprender que los tonos de la sangre cambian con el tiempo y que cuando se seca se pulveriza y desaparece. Descubrí cosas bien interesantes, que ni siquiera los médicos saben, pues, ¿quién acostumbra pintar en sangre?"