Fue un desastre electoral, afirman analistas e intelectuales

Tras el fallo es relevante la convención democrática

La mejor opción es que se elija un presidente en resistencia, señala Luis Hernández Navarro en foro realizado en Casa Lamm

JOSE ANTONIO ROMAN

Frente al "desastre electoral" que representaron las elecciones del pasado 2 de julio y que derivó en la imposición del candidato de la derecha, el país vive un conflicto que ha alcanzado niveles que podrían orillar a una crisis social de dimensiones mayores, se dijo en el foro Los posibles escenarios políticos luego del fallo del tribunal sobre las elecciones, organizado por La Jornada la noche del lunes en Casa Lamm.

El embajador Oscar González, el poeta Hugo Gutiérrez Vega y el analista político Luis Hernández Navarro hicieron un recuento de la "elección de Estado" que culminó con la declaratoria del candidato de la derecha como presidente electo, y coincidieron en señalar la enorme trascendencia que tiene ahora la organización de la convención nacional democrática (CND), el próximo 16 de septiembre, como parte de la resistencia civil pacífica y de un movimiento social que ya rebasó con mucho la coyuntura meramente electoral en busca de transformaciones de fondo de nuestra vida institucional.

En el acto, para el cual se tuvieron que habilitar dos salas más de la Casa Lamm ante la nutrida asistencia, los dos primeros ponentes expresaron la conveniencia de que la CND elija a un coordinador nacional de la resistencia. Sin embargo, Hernández Navarro indicó que la mejor opción sería la elección de un presidente en resistencia, el cual tendría un enorme valor simbólico, pues de manera permanente "se les restregaría a los de enfrente que son espurios e ilegítimos", y esa posibilidad no la tiene una coordinación.

Además, dijo, esta práctica de designar a un presidente en resistencia tiene "profundas raíces en la historia de México". Recordó que Venustiano Carranza, Francisco I. Madero, Eulalio Gutiérrez y el mismo Benito Juárez tuvieron esa calidad. "Esta figura está en nuestra historia, no es una invención, no es algo que se saque de la chistera de un mago; es algo profundamente enraizado en la hisotria y es una forma de decir ya basta, y esa es la mejor forma de que impedir que la derecha se recomponga", señaló Hernández Navarro, coordinador de la sección de Opinión de La Jornada.

Por su parte, el embajador Oscar González calificó la actuación del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) como "gris, mediocre y antipatriótica", primero al negarse a contar los votos que hubieran dado una salida correcta al conflicto electoral, y en segunda por la inminente ratificación del espurio candidato de la derecha, negándose a anular los comicios, que no cumplieron los preceptos que declara la Constitución, para darles validez.

En realidad, dijo, "lo que estamos presenciando luego del gran desastre electoral y de la imposición de Felipe Calderón es la confrontación cada vez más aguda y más abierta de los proyectos de nación de la derecha y de la izquierda, y de las fuerzas que los sustentan".

Agregó que como lo propuso Andrés Manuel López Obrador, el cambio de modelo económico, la defensa de la soberanía interna y externa, y la política social para el bienestar de las mayorías deben ser los ejes que mantengan unida a la izquierda y al movimiento popular hoy en marcha.

En tanto, el poeta Hugo Gutiérrez Vega, director de La Jornada Semanal, hizo un rápido recuento de la forma en que la derecha, impulsada por el presidente Vicente Fox, comenzó desde hace cuatro años su tarea de cerrar el paso a un movimiento social encabezado por la izquierda, pero lamentó que con la colaboración del Instituto Federal Electoral y del TEPJF este intento finalmente tuviera éxito declarándose electo a "Felife" Calderón.

Señaló que el movimiento hoy encabezado por Andrés Manuel López Obrador, a quien identificó como el líder más importante de la izquierda en la historia moderna de México -sin restarle méritos a los otros líderes- rebasa con mucho, en algunos aspectos, la coyuntura electoral y busca ahora transformaciones de fondo en nuestra vida sociopolítica.