Tendrá una capacidad de generación equivalente a 2% de la de CFE

La hidroeléctrica El Cajón inicia operaciones el 15 de noviembre

Arrancará con la primera de dos unidades, con capacidad de 375 megavatios

ISRAEL RODRIGUEZ ENVIADO

Santa María del Oro, Nayarit, 5 de septiembre. La central hidroeléctrica de la presa El Cajón -la segunda más grande del país después de la de Chicoasén-, quedará concluida y comenzará a operar el 15 de noviembre de este año, tres meses antes de lo previsto, con la puesta en marcha de la primera de dos unidades generadoras de electricidad con capacidad de 375 megavatios cada una.

El Cajón, el único gran proyecto de infraestructura construido durante esta administración, se encuentra prácticamente concluida y hasta el momento la presa registra un llenado de 30 por ciento de su capacidad.

Esta obra, que tendrá una capacidad de generación de 750 megavatios, equivalente a 2 por ciento de la capacidad total de generación de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), y con una inversión de 8 mil 570 millones de pesos (unos 800 millones de dólares), permitirá llevar la energía generada aquí a cualquier parte del país.

El llenado del embalse comenzó hace algunas semanas y ahora el nivel del agua está en 339 metros sobre el nivel del mar, todavía por abajo del límite máximo que es de 394 metros, explicó Fidencio Méndez, responsable de los aspectos técnicos del proyecto hidroeléctrico El Cajón.

Pese a que este año es considerado entre seco y medio húmedo, añade, se espera que en octubre se logre llenar totalmente la presa, la cual lleva un avance de dos terceras partes, con 750 millones de metros cúbicos, de una capacidad total de 2 mil 350 millones de metros cúbicos.

La construcción de la cortina con cara de concreto de 189 metros de altura está concluida, y ahora quedan trabajando en la presa unos 3 mil obreros de la construcción, de los 5 mil 500 que iniciaron la obra a cargo de Ingenieros Civiles Asociados (ICA) y otras tres empresas socias.

Fidencio Méndez subrayó que la construcción de la presa hidroeléctrica El Cajón se realizó en tiempo récord, y superó en un año a la de la presa Aguamilpa, que había sido la de más rápida construcción.

Punta de lanza de la ingeniería de presas

''El comportamiento de la presa es mucho mejor a lo que se estimó en la etapa de análisis. Y eso está llamando la atención de la comunidad de la ingeniería en el mundo'', comentó el ingeniero encargado de la obra.

Desde el punto de vista financiero es un proyecto muy rentable, porque la presa se terminará de pagar entre 15 y 25 años con una vida útil de 50 años, que podrá alargarse hasta 100 años con un mantenimiento adecuado, como es el caso de la planta de Encasa, que tiene más de un siglo de operar.

El costo de la producción será de alrededor de mil dólares por kilovatio (KW), precio muy competitivo, si se toma en consideración que incluso para los generadores privados construir plantas con costos de mil 500 dólares por KW es todavía muy atractivo.

Explicó que la presa es una de las más altas en su tipo. ''Es una punta de lanza en la ingeniería mundial de presas. En estos momentos los ojos del mundo de la ingeniería de grandes presas están puestos en El Cajón''.

Actualmente, dijo, ''nos han visitado delegaciones de países que están construyendo presas de este tipo para conocer nuestras experiencias y aplicar nuestras innovaciones. Han venido de China, Brasil, del Polo Norte en Islandia, y también asesoramos de tiempo completo a países como Nicaragua y El Salvador''.

El encargado de los aspectos técnicos del proyecto hidroeléctrico aseguró que de todo el abanico de presas del mundo, entre las que se incluyen las construidas con materiales graduados, de concreto en forma de arco o de concreto compactado con rodillo, entre otras, estas presas son las más seguras.

Sobre la inquietud manifestada por algunos sectores de la sociedad por la construcción de la presa en una zona sísmica, mencionó que se hizo ex profeso para estar asentada en zonas de alta sismicidad. Por ejemplo, Agua Milpa ya ha aguantado sismos de 7.5 grados en las escala de Richter. El problema no es que se construyan en un lugar sísmico, sino que se diseñen para soportar fuertes movimientos telúricos, comentó.