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La famiglia estrena gerente
El tribunal refrendó el certificado de impunidad a los poderes fácticos
Ampliar la imagen Ayer en Mérida, Yucatán, el presidente Vicente Fox entregó reconocimientos durante la clausura de la novena asamblea general ordinaria del programa Produce FOTONotimex
En efecto, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación le puso la cereza al amargo y costosísimo pastel que la famiglia regaló a su nuevo gerente, el de la "continuidad", a quien ya no debe uno dirigirse como el microscópico Felipillo de las manos sucias, sino -por respeto a las instituciones- como el microscópico presidente electo Felipillo de las manos sucias.
Pero más allá de la apetitosa cereza y la sesgada validación de los comicios de julio pasado, esa generosa autoridad refrendó el certificado de impunidad a los poderes fácticos que, junto con su gerente en funciones, descaradamente metieron las manos hasta el fondo en el proceso electoral, sin que las instituciones involucradas lo impidieran.
Así de fácil en el presente, así de peligroso para el futuro, porque con dicho certificado al Presidente de la República -el gerente en funciones-, los barones, la telecracia, la Iglesia y hasta los candidatos botarga podrán intervenir (tal cual lo hicieron en el más reciente) donde, cuando y como quieran en los procesos electorales, en el entendido que su ilegal participación finalmente no será sancionada ni pasará de simples "llamados de atención" sin consecuencia legal alguna.
Qué bueno que no pasó nada. Qué bueno que el presidente Fox no metió la mano y las botas en el proceso electoral. Qué bueno que Televisa se dio sus baños de pureza en la regadera del IFE. Qué bueno que los barones del dinero, con los eclesiásticos a su lado, nunca tuvieron la intención de "inducir o coaccionar el voto", que "sólo por conciencia cívica" invirtieron millones de pesos en el candidato oficial y que no patrocinaron la campaña del miedo. Qué bueno que el IFE no actuó de manera sesgada y que fue ágil y eficiente. Qué bueno que todo fue "mentira", porque en caso contrario, y en el peor de los escenarios, el Tribunal sólo les hubiera "llamado la atención". Habrá que estar preparado para nuevas "mentiras", porque las viejas cuentan con certificado de impunidad.
Sentenció el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que "el Consejo Coordinador Empresarial tuvo injerencia en las campañas electorales, cometió una violación a lo dispuesto en normas de orden público, y (con la propaganda difundida en radio y televisión) violó los principios de igualdad en las contiendas electorales". En su promoción del voto, el CCE exhibió una tendencia a favor de la continuidad del gobierno panista, transgrediendo la prohibición legal de que terceras personas contraten publicidad en favor o en contra de algún partido político (El Universal).
Además, que la descarada injerencia del actual Presidente de la República fue la mayor "irregularidad" que se presentó en el proceso electoral, pero que "ésta se vio atemperada por la forma metafórica en la que aludió a los comicios, o a que sus declaraciones las hizo durante la inauguración de obras o en noticieros, y no en una conferencia expresa para este fin". Reprobó la actitud del inquilino de Los Pinos, pero "no fueron de tal gravedad como para pensar en la nulidad de la elección. No existen elementos para determinar si dichas irregularidades fueron determinantes para que los ciudadanos decidieran votar a favor o en contra de algún candidato". Eso sí, el de la "irregularidad" ya "garantizó" la "entrega profesional del gobierno a Calderón".
Más allá de eso, nada. Ambos, barones y gerente en funciones, violaron la ley electoral, nadie lo impidió y el Tribunal sólo les hace un "llamado de atención", porque "ninguna conducta fue determinante en el resultado de las votaciones". Entonces, preparaos para las próximas elecciones, intermedias o presidenciales, que vigente se mantendrá el certificado de impunidad y cada día más larga las manos -que de limpias no tienen nada- de los poderes fácticos y su gerente en turno. Y esto no es metáfora.
El fallo, pues, es una abierta invitación a que el gerente en turno y sus patrones repitan el numerito las veces que lo consideren conveniente, y para ellos mantener los negocios de la famiglia siempre es conveniente. Total si violan la ley electoral, inyectan recursos fuera del marco legal, financian propaganda del miedo, meten las manos hasta la cocina y demás bellezas, no pasa absolutamente nada.
En medio de los "llamados de atención", por unanimidad (¿quién dijo que ésta es sospechosa en un país democrático?) el Tribunal declaró presidente electo al Felipillo, quien -rodeado de empleadas de fábrica de pinturas, gasolineros de semáforo rojo y amarillo, tinterillos de amañados "convenios laborales" con el sindicato de Pemex y merolicos clericales adscritos al IFE- armará su propio gabinetazo para que la "continuidad" nuevamente "sorprenda" al país, como lamentablemente lo ha hecho el del "cambio".
Las rebanadas del pastel:
Y ahora que el mini michoacano amenaza con "gobernar por la izquierda" para "rebasar" a AMLO -esto es, por un camino que él mismo calificó de "peligro para México"-, ¿qué dirán sus electores, que votaron exactamente por lo contrario?