Gloria Schoemann, pilar en la edición del cine mexicano, murió ayer
Gloria Schoemann, exponente fundamental de la cinematografía mexicana en el terreno de la edición , Ariel de Oro 2004 y miembro honorario de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, falleció ayer. En un oficio considerado para hombres, su talento y capacidad para trabajar con ellos la llevaron a insertarse de manera muy cercana en el quehacer cinematográfico de los directores más sobresalientes de su época. La primera película que cortó profesionalmente fue Distinto amanecer, de Julio Bracho (1943); tres años después fue postulada al Ariel por Las abandonadas (1944) y en 1947 recibió el primer Ariel por su trabajo en Enamorada (1946), ambas películas de Emilio Indio Fernández. Recibió la medalla Salvador Toscano en 1993. Hoy día su huella, plasmada en la enorme cantidad de películas que editó, se refleja en quienes tuvieron la fortuna de trabajar a su lado o de ser sus alumnos en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos, donde generosamente impartió sus conocimientos por varios años. La fructífera trayectoria de Gloria Schoemann (más de un centenar y medio de películas que literalmente pasaron por sus manos en el curso de cuatro décadas) la convierte en una referencia indispensable en la historia del cine mexicano.