Dólar por dólar colaborará con fundaciones para atender necesidades reales
Se une Slim a los grandes filántropos con su plan de igualar donaciones
La idea se orienta a programas sociales en educación, salud, nutrición e investigación
El millonario mexicano Carlos Slim, el tercer hombre más rico del mundo, cederá parte de su fortuna para igualar las donaciones de otros a programas sociales, de salud y educación en México, dijo uno de sus asociados el miércoles.
Slim, que posee un vasto imperio de telecomunicaciones y ventas al por menor y cuya fortuna está valorada en unos 30 mil millones de dólares, sigue los pasos de otros millonarios como Bill Gates.
Su nueva iniciativa buscará equiparar con donaciones propias, dólar por dólar, otras contribuciones a proyectos, dijo su portavoz, Arturo Elías Ayub.
''Lo que queremos es ofrecer a fundaciones en México o del extranjero que igualaremos cualquier cantidad que inviertan en labores sociales en México'', dijo a Reuters el ejecutivo.
''La idea es programas sociales enfocados a necesidades reales: educación, salud, nutrición e investigación'', añadió.
Según la revista Forbes, Slim sólo es precedido entre los más ricos del mundo por los estadunidenses Bill Gates, fundador del impero de informática Microsoft, y Warren Buffet, que hizo su fortuna a través de la firma de seguros e inversiones Berkshire Hathway Inc.
Recientemente, Buffet entregó buena parte de su fortuna, estimada en unos 44 mil millones de dólares, a la fundación de Bill Gates y su esposa Melinda Gates, como parte de un esfuerzo conjunto contra las enfermedades y la pobreza en el mundo. Gates también puso buena parte de su fortuna a disposición de su propia fundación.
Slim ha trepado en los últimos años en la lista de Forbes, y ahora se unirá a la lista de los filántropos a gran escala.
El empresario de 66 años ya encabeza fundaciones filantrópicas a través de dos de sus principales empresas, Telmex y Grupo Carso, que cuentan con fondos combinados de más de 3 mil millones de dólares.
La Fundación Telmex funciona con fondos de la operación de la empresa, mientras Carso es financiada básicamente con donaciones de Slim, sus seis hijos y otros familiares. Ambas fundaciones financian programas que incluyen becas estudiantiles y la dotación de equipos médicos a hospitales.
El crecimiento de la fortuna de Slim comenzó con la compra y transformación de Telmex, un ex monopolio estatal, en un caudal de dinero en la década de 1990.
El empresario se ha convertido en uno de los más ruidosos defensores de la creación de empleos y de una mejor educación, y el año pasado encabezó una iniciativa en la que llamó a políticos y empresarios a reformar a México, mejorar la salud y la educación y desarrollar infraestructura.