Hay alrededor de 53 incineradores que ocasionan graves daños a salud y ambiente
Viola México ley sobre desechos peligrosos: Greenpeace
Este jueves se celebra el Día Mundial contra la Incineración, y en México operan alrededor de 53 incineradores de residuos peligrosos, pese a que esta tecnología está vinculada a graves padecimientos de salud, contamina tierra, agua y aire durante largos periodos y por ley el gobierno está obligado a erradicarla, señaló Greenpeace.
La agrupación ambiental elaboró un mapa sobre los incineradores en operación de residuos biológico-infecciosos en hornos de cemento, para que las comunidades del país puedan identificarlos y saber que esta tecnología sucia y obsoleta está vinculada a daños en la salud debido a la quema de residuos peligrosos.
Detalló que Aguascalientes y Baja California tienen hornos de cemento para quemar residuos peligrosos; en Coahuila y Colima hay para desechos biológico-infecciosos, y la última entidad tiene también uno de cemento.
En Chihuahua hay uno de cemento; en el estado de México existen cinco de residuos biológico-infecciosos y dos de cemento, en Guanajuato uno de residuos biológico-infecciosos, en Guerrero uno de cemento, en Hidalgo tres de residuos biológico-infecciosos y cinco de cemento, en Jalisco y Morelos dos y uno de cemento, respectivamente.
En Nuevo León reportó que hay dos hornos de residuos biológico-infecciosos y uno de cemento, en Oaxaca uno de cemento, en Puebla dos de residuos biológico-infecciosos y uno de cemento, en San Luis Potosí tres de cemento, en Sonora dos de residuos peligrosos y dos de cemento, en Tabasco uno de residuos biológico-infecciosos y uno de cemento, en Tamaulipas uno de desechos biológico-infecciosos y uno de peligrosos, en Tabasco uno de cemento, en Veracruz uno de residuos peligrosos y uno de cemento, y en Yucatán uno de cemento.
Denunció que además se han dado nuevas autorizaciones en el estado de México, Nuevo León, Puebla, San Luis Potosí y Veracruz para nuevos incineradores de residuos biológico-infecciosos y peligrosos.
Con estos incineradores en funcionamiento y los que están por aprobarse, México se encuentra fuera de la ley, pues como miembro del Convenio de Estocolmo está obligado a erradicar esa tecnología, y no lo hace.