Cobrarán facturas quienes le ayudaron al fraude

Calderón enfrentará divisiones, dice AMLO

Concentrarse en la convención, pide a sus simpatizantes

ENRIQUE MENDEZ Y ANDREA BECERRIL

Andrés Manuel López Obrador pidió a sus simpatizantes que se concentren en organizar la convención nacional democrática, sin preocuparse mucho por lo que haga el "usurpador" Felipe Calderón, a quien vaticinó que deberá enfrentar divisiones por el cobro de facturas de los que le ayudaron a cometer el fraude electoral, entre los cuales ubicó a Elba Esther Gordillo y al banquero Roberto Hernández.

"Entre mafiosos hay una máxima que les queda: cuando se reparte mal el botín, hay motín. ¡Van a ver cuando les empiece a pedir su pago de facturas la maestra Elba Esther Gordillo! Cuando les diga: 'yo les di tantos votos, eché a andar un operativo para sacar votos que eran de la coalición. Yo
te ayudé en el fraude, me tienes que dar

la Secretaría de Educación'. Ahí vamos a saber lo que sucederá", expresó durante la asamblea informativa en el Zócalo, en el día 40 de la resistencia civil.

En ese gobierno espurio, del hampa, insistió, comenzarán los pleitos, los problemas por el reparto de cargos que los llevará a la división, y no dudó de que así como Roberto Hernández impuso a Vicente Fox que designara secretario de Hacienda a Francisco Gil Díaz, "ahora con más derecho le van a pedir al pelele que les entregue esa secretaría, porque la quieren para ellos".

Por eso, insistió ante sus seguidores, que aguantaron otra vez la lluvia, no deben hacer caso de las burlas de quienes consideran el movimiento "fuera de la realidad". No nos preocupa lo que puedan decir analistas, comentaristas y alcahuetes de la derecha, tenemos lo fundamental, que es la razón y al pueblo de nuestro lado, expresó.

"¡Tenemos lo mero principal...!", dijo. Y la gente completó la frase: "¡güevos, güevos!" López Obrador sonrió y precisó que se refería a "la autoridad moral".

Recalcó que decidieron convocar a la convención nacional democrática porque sabían que no se respetaría la voluntad popular expresada en las urnas el 2 de julio pasado. "Como lo pudimos constatar, se consumó la usurpación, porque al no respetarse la voluntad popular estamos hablando de un golpe de Estado, de un gobierno usurpador", afirmó.

Detalló que la convención se ampara en el artículo 39 de la Constitución, que tiene como antecedente el principio de que la soberanía reside en el pueblo, como señala, primero, la Constitución de Apatzingán de 1814; la de 1857, que impulsaron los liberales, y la vigente, de 1917, producto de la revolución.

"No hay que darle más vueltas, los abogados, los juristas, los constitucionalistas saben muy bien que nos ampara la Constitución, que nuestro movimiento y la convocatoria a la convención se fundamenta en ese artículo. Que no nos venga a decir el presidente de la Corte (Mariano Azuela), como lo hizo ya con otro artículo (el 97 constitucional), que el 39 es anacrónico y se hizo con los pies. ¡El insigne jurisconsulto presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación dijo eso!"

La alusión a Azuela provocó una gran rechifla y recordatorios familiares.

López Obrador explicó las 10 resoluciones fundamentales que se debatirán el próximo 16 de septiembre: Primera: decidir si se acepta la vigencia de la República simulada o se declara la abolición del régimen de corrupción y privilegios. "Vamos a resolver si seguimos venerando instituciones caducas, tomadas por las minorías, o declaramos la abolición del régimen de corrupción". Segunda: si reconocemos al gobierno de la usurpación o lo desconocemos. Tercera: si queremos un gobierno legítimo o una coordinadora de la resistencia civil pacífica. Cuarta, si nombramos un presidente de México, un jefe de gobierno de la resistencia o un coordinador de la resistencia civil pacífica.

Los gritos de "¡Presidente, presidente!" expresaron el sentir de la multitud, pero el tabasqueño recordó que eso deberá discutirse y aprobarse con otras propuestas.

Siguió: "Cinco, si al aprobarse el órgano de gobierno y quien lo represente, ese gobierno toma posesión formalmente el 20 de noviembre o el primero de diciembre". El auditorio adelantó su preferencia: "¡20 de noviembre, 20 de noviembre!"

El punto seis, abundó, se refiere a aprobar el programa básico de la convención con cinco propósitos fundamentales: proteger a los pobres, defender el patrimonio nacional, combatir la impunidad y la corrupción, hacer valer el derecho a la información y transformar las instituciones.

Siete, si se convoca a un nuevo Constituyente con el propósito de que las instituciones efectivamente sean del pueblo y para el pueblo; ocho, si los acuerdos tomados por la convención tendrán carácter obligatorio o deberán asumirse de manera voluntaria por ciudadanos libres de todas las condiciones sociales e ideologías.

Nueve, si la convención pedirá apoyo corporativo e incondicional o respetará las decisiones que tomen partidos políticos, legisladores, gobernadores e integrantes de las organizaciones sociales.

López Obrador presentó de manera especial el punto 10: decidir si la convención se mantiene como asamblea soberana, que se reúna cada seis meses, y se elige un consejo político nacional que la represente mientras no estén reunidos todos los delegados.

Para aclarar esto, abundó: que la convención pueda convertirse en órgano permanente, en una asamblea que represente a millones de mexicanos, y que mientras los delegados no estén reunidos opere un consejo político elegido por la propia convención, con representación territorial y social.

Celebró que se haya tomado la decisión de convocar a la convención, porque de otra manera la disyuntiva del movimiento sería si aceptaba o no la imposición de Calderón. Por eso, insistió: "No nos van a poner ellos las condiciones, no vamos a entrar al aro, no vamos a aceptar las reglas de siempre, no les vamos a convalidar su fraude. Que se queden con sus instituciones corruptas. Nosotros vamos a crear aquí nuestra instancia de gobierno y vamos hacia delante". Y, como cierre, llamó: "¡Vámonos a la convención!"