Renunciará a su cargo antes de un año, anuncia Blair
Londres, 7 de septiembre. El primer ministro de Gran Bretaña, el laborista Tony Blair, anunció este jueves que dejará su cargo antes de un año, en un intento por calmar la crisis política que amenaza a su gobierno, aunque se negó a dar una fecha precisa para su partida.
El más reciente ejemplo del deterioro en la imagen del gobernante está en que hoy cientos de palestinos, entre ellos políticos e intelectuales, se manifestaron para advertir a Blair que no vaya a Palestina este fin de semana, pues ahí se le considera persona non grata por su apoyo a Israel en la agresión bélica contra los territorios palestinos y Líbano.
El primer ministro ha rechazado en repetidas ocasiones discutir sus planes a pesar de que su disminuido Partido Laborista exige su renuncia para restablecer su dañada autoridad. Blair cumplirá 10 años en el poder en mayo próximo.
"El próximo congreso anual, que se realizará dentro de dos semanas, será el último al que asista como líder" del Partido Laborista, anunció Blair, al confirmar las sospechas de que dejará el poder antes de septiembre del próximo año.
"En este momento no voy a dar una fecha precisa, no creo que sea lo correcto. Lo haré en un futuro, en el interés del país y dependiendo de las circunstancias del momento", añadió Blair.
El ministro de Finanzas británico, Gordon Brown, señalado por muchos analistas y políticos como el sucesor de Blair, y acusado por algunos de fraguar un "golpe" contra él, declaró que apoyará cualquier decisión del primer ministro.
El tema de la partida de Blair ha perseguido su mandato durante casi dos años. En 2004 indicó que no buscaría un cuarto mandato consecutivo, pero no señaló cuándo renunciaría a su cargo de primer ministro de Gran Bretaña.
La próxima elección general deberá celebrarse, a más tardar, en mayo de 2010.
"Miércoles negro" del laborismo
Las declaraciones de este jueves se dan luego de una jornada confusa en las filas del Partido Laborista, llamada por algunos el "miércoles negro" de Blair, en que un secretario de Estado y siete otros altos cargos renunciaron luego de exigir la dimisión inmediata del primer ministro.
La rápida sucesión de acontecimientos recuerda la forma en que Margaret Thatcher fue obligada a dejar su cargo por su Partido Conservador, en 1990.
El miércoles anterior, el diario The Sun reportó que Blair pensaba dejar su puesto en julio, y su vocero tuvo que desmentir.
En Palestina, hoy se evidenció la impopularidad de Blair en Medio Oriente debido a su ciego apoyo a las políticas estadunidenses, que a su vez respalda a Israel.
Un grupo de destacados palestinos que se opone a que Blair visite, como está previsto, los territorios durante el fin de semana, no sólo se manifestó en las calles con cientos de simpatizantes, sino que publicó un desplegado en el diario Al Ayyam.
"Viene a lavarse las manos, manos que están escurriendo de sangre libanesa, con agua palestina. Nosotros declaramos a Tony Blair persona non grata", sostiene el desplegado firmado por académicos, activistas y líderes de sindicatos.
Ninguno de los firmantes pertenece al gobernante Hamas, ni a Fatah, movimiento del presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas.