El fraude en los comicios mexicanos, preocupación en la convención de Los Angeles
Republicanos usarán la migración con fines electorales, denuncian latinos
Alertan en la reunión contra iniciativa de ley "enfocada exclusivamente a la seguridad fronteriza"
Rechazo unánime a la política neoliberal que imponen varios gobiernos de EU y América Latina
Ampliar la imagen Indocumentados se manifiestan en Washington frente al Congreso con la consigna "Legalización Ahora" Foto: Ap
Ampliar la imagen Un ex policía salvadoreño pide en Washington firmas de estadunidenses para impulsar la reforma migratoria Foto: Ap
Los Angeles, 9 de septiembre. Los lazos entre los latinos y Latinoamérica, y el gran actor social trasnacional -los inmigrantes- fueron el enfoque del Congreso Nacional Latino, que culminó hoy con voces del movimiento de resistencia civil de México, la visión bolivariana de dirigentes venezolanos, la organización trasnacional de los migrantes mexicanos y centroamericanos y un acto político-cultural en defensa de los migrantes.
Los vínculos trasnacionales entre latinos y latinoamericanos fueron examinados en sus dimensiones políticas, social y económicas y, dentro de esto, los inmigrantes como nuevos actores en "una política trasnacional, donde tienen una incidencia cada vez más grande tanto aquí como de donde venimos", declaró Oscar Chacón, líder de la Alianza Nacional de Comunidades Latinoamericanas y Caribeñas.
Señaló ante la sesión plenaria que los temas migratorio y de desarrollo ya no pueden abordarse por separado ni aquí ni en los países de origen, y que las más de 25 millones de personas que se han visto obligados de salir de la región hacia el norte ahora tienen un gran impacto en el ámbito económico, social y cultural y cada vez más en el político, tanto aquí como en sus naciones.
El tema migratorio estuvo presente de comienzo a fin en este congreso, pues una de sus consignas definía uno de los objetivos centrales: "hoy marchamos y mañana votamos".
Dicho y hecho, el congreso culminó con una manifestación en demanda de "justicia para los inmigrantes" en un parque histórico de esta ciudad, con la participación de políticos electos, conjuntos -entre ellos el grupo Quetzal- y líderes de la comunidad inmigrante, en donde también se empadronó a los latinos que tienen derecho de voto.
Gaspar Rivera Salgado, asesor del Frente Indígena de Organizaciones Binacionales y dirigente de la organización de defensa de migrantes, declaró en estas sesiones plenarias que antes los migrantes "no éramos de aquí ni de allá, pero ahora somos de ambos" lados, y eso implica una cada vez mayor incidencia en las luchas políticas para transformar las comunidades de aquí y de allá.
Lo anterior, a la vez, lleva a que el enfoque no sea solamente sobre el tema migratorio, sino también de la política económica tanto dentro de estos países como a escala internacional.
El Congreso Nacional Latino consideró también una serie de propuestas de acción futura sobre el asunto migratorio, tanto a corto como a largo plazo.
Cecilia Muñoz, del Consejo Nacional de la Raza, advirtió que las próximas cuatro a seis semanas "son sumamente peligrosas", ya que los republicanos intentarán promover una iniciativa de ley "enfocada exclusivamente sobre la seguridad fronteriza", y que, por consiguiente, el tema migratorio será empleado para fines electorales, lo cual podría ser cada vez "más feo", y que urgen acciones para detener esta iniciativa.
Otros asistentes a la reunión hablaron del futuro del movimiento migrante. Pablo Alvarado, líder de la Red Nacional de Organización de Jornaleros, señaló que "estamos pasando por momentos de incertidumbre" ante la coyuntura política en Washington en torno a la reforma migratoria, pero añadió que es el momento "de conciliar nuestras estrategias" entre los integrantes del movimiento de los migrantes.
Agregó que "es un momento para reflexionar, hemos cometido algunos errores, pero también tenemos que lograr que el movimiento no sólo luche por la legalización, sino por una sociedad más justa para todos".
Presencia perredista
A la vez, la dimensión internacional de este diálogo fue abordada hoy, y en particular la situación política en México ha sido tema de constante interés, confusión, y preocupación entre los participantes de este congreso.
La diputada federal Eliana García, del Partido de la Revolución Democrática, dijo que llegaba aquí desde el plantón de la resistencia civil instalado hace 42 días y para invitar a la participación en la Convención Nacional Democrática programada para el 16 de septiembre en el Zócalo de la ciudad de México.
García resumió la historia reciente de la crisis democrática en México, y denunció "el secuestro de nuestras instituciones" que se perpetró "para traicionar el proceso democrático en México".
Aseguró la legisladora que la campaña, y ahora el movimiento de resistencia, son respuestas a la continuación de la "imposición de gobiernos que nos llevan a la pobreza", y que gobiernan con corrupción e impunidad.
"No vamos a reconocer un gobierno ilegítimo", declaró, y recibió una respuesta entusiasta de los dirigentes latinos reunidos aquí, con el coro de "sí se puede". Varios participantes expresaron su intención de asistir a la convención perredista.
Jhannet Madriz Sotillo, legisladora venezolana del Parlamento Andino, dijo que el problema fundamental de América Latina "es la injusticia" y que "la opulencia y la miseria" que caracterizan a los países del hemisferio es resultado de las "salvajes políticas neoliberales" impulsadas "por los centros del poder junto con los lacayos locales", entre los cuales mencionó a figuras como los ex presidentes Carlos Andrés Pérez, de Venezuela, Carlos Menem, de Argentina, y el mexicano Carlos Salinas de Gortari.
Ante esto, aseveró, se ha desatado una profunda y amplia respuesta social por toda la región, la cual rescata las banderas de Simón Bolívar, Augusto César Sandino, Emiliano Zapata, José Martí y otros héroes del hemisferio, que ahora ocupan gobiernos y espacios nacionales y están planteando una nueva integración entre el sur como "combustible antimperialista".
El desafío ahora, señaló, es establecer y ampliar los vínculos entre estos movimientos y los latinos de Estados Unidos, que enfrentan esas mismas políticas y condiciones en este país.
En los diversos talleres, foros y sesiones plenarias de este congreso -la reunión nacional más grande de líderes hispanos y sus aliados en más de 30 años-, el tema de la política neoliberal, las implicaciones de la resistencia a ese modelo tanto aquí como en el sur del hemisferio, y la necesidad, potencial y experiencias del trabajo a escala trasnacional, nutrieron un debate que podría transformar, afirmaron varios líderes aquí, la forma en que se aborda la relación norte-sur -o tal vez más bien sur-norte- de aquí en adelante.
En el diálogo también participaron delegados de comunidades centroamericanas, caribeñas, mexicanas y sudamericanas (de aquí y de allá), y la presencia de representantes de movimientos populares y de funcionarios de gobiernos que fueron resultado de triunfos de algunos de estos movimientos progresistas en América Latina.
Como ejemplo de esto está la participación e intenso diálogo de Bernardo Alvarez, embajador de Venezuela en Estados Unidos, con parlamentarios venezolanos, políticos salvadoreños, mexicanos y otros, así como con líderes latinos estadunidenses, lo cual ya marcó un cambio que apenas comienza a perfilarse aquí.
La sesión plenaria final concluyó con la adopción de una serie de resoluciones sobre estos temas, incluyendo la demanda por una reforma migratoria integral y el rechazo a cualquier legislación antinmigrante, el repudio a las políticas económicas internacionales basadas en el modelo de libre comercio y en favor del desarrollo sustentable, además de la denuncia y la demanda para anular el embargo económico contra Cuba y la exigencia de que Estados Unidos respete los principios de no intervención y de respeto a la soberanía de otras naciones.
Estos resolutivos también incluyen un compromiso para profundizar las relaciones entre las diferentes organizaciones latinas y de migrantes del país.