Primero deben agotarse los recursos sobre el acceso a los paquetes: Solís Acero

Absurdo, que el IFE destruya boletas antes de resolver demandas interpuestas

ALONSO URRUTIA

Si los consejeros del Instituto Federal Electoral (IFE) aprueban un acuerdo para que la destrucción de las boletas electorales se efectúe antes de que se hayan agotado los recursos ciudadanos relacionados con la petición de acceso a la información a esos paquetes, ''estarían incurriendo en responsabilidades'' como funcionarios, ya sea por violentar una disposición judicial o por no respetar los términos de su propio reglamento de transparencia, señaló el representante del Partido Revolucionario Institucional (PRI) ante ese órgano, Felipe Solís Acero.

En entrevista sobre la polémica que se ha desatado en torno a la destrucción de las boletas electorales, sus plazos y procedimientos, así como la petición que un grupo de organizaciones, ciudadanos y medios de comunicación han hecho al amparo del derecho de acceso a la información para poder contar los votos, Solís Acero manifestó que hay una litis en proceso en torno a la posibilidad de acceso que debe resolverse jurídicamente y, ''hasta entonces, proceder a su destrucción, porque de lo contrario se estaría eliminando el objeto sobre el cual se encuentra el mencionado litigio''.

-Hay algunas posturas que señalan que en materia electoral los recursos jurídicos no tienen efectos suspensivos, por lo que el IFE debe destruir la paquetería en diciembre, como lo dice su programa.

-Eso me parece absurdo, porque aquí no se trata de un litigio sobre un tema electoral propiamente hablando. Es decir, si bien el debate es sobre las boletas, que es de índole electoral, la polémica no es esa, sino el derecho de acceso a la información. Es saber si hubo violación a una garantía constitucional, y la Constitución está por encima de cualquier ley, inclusive del Código Federal de Instituciones y Procesos Electorales (Cofipe).

Solís Acero señala que el objeto del debate actual está relacionado fundamentalmente con la transparencia, y en ese ámbito los consejeros no pueden apelar al argumento de que no hay suspensiones porque, entre otras cosas, no han aprobado el acuerdo del Consejo General donde se fijan los criterios para su destrucción, la fecha e incluso hasta las personas que habrán de invitar para que lo atestigüen.

''Si los consejeros, por el contrario, así lo determinan, realmente sería ominoso que argumentando el principio de definitividad se procediera a la destrucción.'' Citó el caso de las sanciones a los partidos políticos, que obviamente tienen que ver con la materia electoral, pero en el que tampoco rige esta disposición de que no se suspenden los actos; a un partido no lo sancionan hasta que no quede firme la resolución ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).

Al abundar sobre la posible responsabilidad, el representante lo planteó en dos vías: si un juez le da entrada al amparo que anunció la revista Proceso que interpondría, y ordena la suspensión precautoria de todos los actos, y aun así los consejeros quieren proceder con base en el argumento mencionado de que no hay suspensión; hasta responsabilidad penal podrían fincarles por desacato a una orden judicial.

Si por el contrario, no cumplen los plazos que tiene un ciudadano para desahogar sus recursos, que el mismo reglamento de transparencia del IFE le confiere, estarían incurriendo en responsabilidades, aunque de otra índole.

A pregunta expresa sobre los términos de la resolución que dio el instituto, según la cual los votos no son documentos públicos, el priísta subrayó que ''tan lo son, que es la base elemental para el cómputo y el escrutinio; los funcionarios de casilla los manipulan, en el mejor sentido del término, para contabilizarlos. La ley lo que protege es el secreto del sufragio y esto se hace al momento de depositarlo en la urna''.

Quizá el argumento sobre la inviolabilidad de los paquetes y el hecho de que ni el propio IFE tiene acceso a esas boletas sea mucho más sostenible, concluyó el representante priísta.