Advierten expertos en geofísica de la necesidad de realizar obras de mitigación

Confirma estudio de la UNAM daños bajo desarrollo construido por Demet

Los trabajos en Lomas de Tarango IV, a petición de autoridades de Alvaro Obregón

ROCIO GONZALEZ ALVARADO

Estudios realizados por especialistas de la UNAM a petición de la delegación Alvaro Obregón confirmaron que en el subsuelo en el que se encuentra la unidad habitacional Tarango IV, que alberga 126 viviendas, existen serias irregularidades como la presencia de cavernas y saturación de agua, por lo que de no realizarse obras de mitigación pueden continuar los deslizamientos y provocar, en el futuro, algún percance.

Los expertos en geofísica de la Facultad de Ingeniería llevaron a cabo la exploración en el jardín interior del conjunto habitacional, desde la barda que está en colindancia con el predio la Coyotera hacia la zona de estacionamientos, así como a lo largo de la calle 5 de Mayo, que se encuentra frente a la construcción, y el propio predio la Coyotera, ubicado en la parte trasera.

De acuerdo con los resultados, en todos los sitios se detectó saturación de agua en el subsuelo, y la existencia de por lo menos nueve cavidades, con una anchura que van desde los tres metros, la más chica, hasta 20 metros, la de mayor dimensión y una más en la que no se logró determinar el tamaño, porque se requiere de un sondeo de exploración más complejo.

Roberto Albarrán, director general de Obras y Desarrollo Urbano de la demarcación, indicó que al tratarse de una propiedad privada no pueden intervenir directamente, pero están asesorando a los inquilinos jurídicamente para que presenten una demanda en contra de la inmobiliaria Demet que edificó el conjunto habitacional hace cinco años.

El servidor público precisó que se requieren de nuevos estudios para conocer la magnitud de la problemática, y a partir de ello, comenzar la regeneración de las cavidades, esto es el relleno, y evitar en el futuro la filtración de agua, que podría reblandecer al largo plazo la capa de tierra y desencadenar una migración -deslizamiento- de las oquedades descubiertas.

Consultado al respecto, el director operativo de Demet, Leopoldo Muller, deslindó a la inmobiliaria de dichas irregularidades, al señalar que desde el inicio de la construcción en 1999, se realizaron estudios de mecánica de suelo, y se procedió al tratamiento de la zona con la supervisión de expertos de la UNAM recomendados por Seduvi y las propias autoridades delegacionales.

Con fotografías y documentos, el representante de la desarrolladora explicó que efectivamente en la zona se detectaron una serie de minas, de todos tamaños, algunas de la cuales se colapsaron, y otras fueron inyectadas con relleno, pero al comenzar la edificación el subsuelo estaba completamente estable.

El origen del problema

Los problemas, agregó, comenzaron en el 2003, cuando en la parte baja, de lado sur poniente, los vecinos de la colonia Arturo López, en su intento por ganar más terreno comenzaron a excavar un cerro, lo que generó inestabilidad en el suelo, y afectó una parte del conjunto habitacional.

"Lo reportamos en su momento al entonces delegado panista, Eduardo Zuno Chavira, para que detuviera estos trabajos, pero tuvo problemas, se fue y jamás hizo nada", y en su lugar "tuvimos que reforzar la construcción con anclas, para evitar cualquier riesgo para nuestros clientes", refirió.

Indicó que durante la administración de la perredista, Leticia Robles Colín, se han realizado muchas juntas con la participación de los vecinos de la Unidad Tarango IV, pero nunca han logrado "sentar a la mesa de negociación al líder petista, Arturo López, quien promovió las construcciones irregulares, aun cuando el mayor riesgo es para sus beneficiados", por lo que, aseguró, la empresa no realizará obras adicionales.

Dijo que de continuar los trabajos de excavación y no se protege el talud, puede existir algún peligro, pero descartó que la unidad habitacional puede resultar afectada, porque se encuentra edificada en un muro de contención de 20 metros de altura.

Al respecto, la jefa delegacional, Leticia Robles Colín, dijo que se trata de un problema heredado, pero señaló que su gobierno está en toda la disposición para servir como intermediador entre las partes, es decir la inmobiliaria y los vecinos de la colonia Arturo López, para deslindar responsabilidades y llegar a un acuerdo que beneficie a todos los afectados, porque el riesgo ahí es latente.