Fue culpado por la Red de Sobrevivientes de Víctimas de Abuso Sexual de Sacerdotes

Rivera, ''responsable superior'' de las violaciones del cura Aguilar

Abogados confían que se logre castigar fuera de las fronteras de EU a líderes religiosos encubridores

ALMA E. MUÑOZ

La Red de Sobrevivientes de Víctimas de Abuso Sexual de Sacerdotes (SNAP, por sus siglas en inglés) señaló al cardenal Norberto Rivera Carrera como el ''responsable superior'' de violaciones a menores cometidas por presbíteros católicos.

Al presentar ayer en la ciudad de México los argumentos legales de su denuncia, interpuesta ante la Corte Superior de California en contra del jerarca católico y del arzobispo de Los Angeles, Roger Mahony, la red confió en que sea posible sentar un precedente para castigar fuera de las fronteras de Estados Unidos a líderes religiosos que encubran ataques sexuales a menores.

Como parte de las pruebas que presenta para sustentar su demanda de ''conspiración a la pederastia'' cuenta con ''récords'' de llamadas telefónicas entre los cardenales, así como las cartas que ambos intercambiaron en marzo de 1988, donde evidencian que conocían de los excesos cometidos por el sacerdote Carlos Nicolás Aguilar Rivera, quien abusó de Joaquín Aguilar, víctima que sustenta la querella, además de reportes policiacos de Los Angeles.

''Me llamaron calientasotanas''

Joaquín fue sometido a abuso por el religioso en 1997, cuando Rivera Carrera ya era arzobispo primado de la ciudad de México. Ayer, en concurrida conferencia de prensa en el hotel Emporio, la víctima expresó su confianza en que su denuncia prospere y como mínimo se encarcele al religioso, aunque también es probable que reciba, si gana el caso, una remuneración económica. Manifestó que su determinación por demandar a los cardenales ''no es por mí, sino por aquellos pequeños que pueden ser o son víctimas de curas pederastas''.

Sobre todo porque, afirmó, en este país ''ya está comprobado que no se puede hacer nada. Cuando denuncié, las autoridades no encontraron pruebas suficientes para girar una orden de aprehensión, y tampoco las autoridades eclesiásticas me brindaron justicia. Desde el principio, cuando fui abusado, busqué ayuda de obispos y sacerdotes. En 2002 hasta mandé una carta al cardenal Rivera, por medio de su (entonces) obispo auxiliar, José de Jesús Martínez Zepeda, pero no recibí contestación alguna''.

Aunado a ello, expresó, ''la sociedad también encubre a esos religiosos, estigmatiza a las víctimas. La gente me decía y me sigue diciendo que yo era el calientasotanas. O sea, aquí el único culpable siempre he sido yo''. Recordó que el año pasado, cuando se inició este proceso, recibió amenazas de muerte.

Jeffrey Anderson -principal abogado de Joaquín- y Vance Owen, parte de su equipo, explicaron que aunque la violación del joven no sucedió en Estados Unidos, tratan de establecer ''un poder jurídico sobre entidades fuera del país''. En principio porque existen 19 denuncias en contra de Nicolás Aguilar por violar a 26 menores, cuando fue trasladado por el entonces obispo de Tehuacán, Puebla, Norberto Rivera, a la arquidiócesis de Los Angeles, y porque el jerarca católico del lugar, el cardenal Mahony, está involucrado.

-¿Cuál es la participación del cardenal Rivera en todo esto?

-El es el autor de algunas de las cartas, y el participante de alguna de las llamadas telefónicas.

-¿De qué se le acusa?

-En Estados Unidos tenemos leyes que en un caso civil permiten que el dirigente de una corporación, de alguna entidad, sea responsable por actos cometidos por sus empleados o personas bajo su control, las cuales son hechas dentro del ámbito de trabajo. Es decir, si yo soy el dirigente de una corporación, y uno de mis empleados en un camión arrolla a un niño, dentro del ámbito de trabajo de la compañía tengo responsabilidad civil por los actos negligentes de mi trabajador.

''Se puede decir que el señor Rivera es el jefe superior, y como tal debe responder de los actos de personas bajo su control; él tiene responsabilidad civil''. Las cartas, afirmó Owen, dirán si tiene responsabilidad en torno a los casi 90 abusos sexuales de menores cometidos por el sacerdote Nicolás Rivera. Las misivas que intercambió con el cardenal Mahony revelan, resaltó, que ''tenía conocimiento de los problemas del padre Aguilar''.

Anderson explicó que los elementos de la demanda sustentada en Los Angeles en contra de los inculpados, los cardenales Rivera y Mahony, la arquidiócesis de Los Angeles, la diócesis de Tehuacán y el cura Nicolás Aguilar, incluyen negligencia, falla en advertir a otros (sobre los abusos de pederastia), responsabilidad en contratar y retener (como su empleado al sacerdote inculpado), conspiración civil, causar molestia emocional intencionalmente y asalto sexual.

Los litigantes aseguraron que los cardenales tendrán que responder la demanda, por sí mismos o por medio de sus abogados, en un lapso de 20 días, una vez que la Corte Superior de California les notifique al respecto. Aseguraron que a Rivera Carrera seguro le informarán por correo.

Hoy, el vocero de la arquidiócesis de México, Hugo Valdemar, dará una conferencia de prensa para informar el camino legal que seguirán.