Diputados del tricolor avalan integridad de su líder
El código de ética priísta no se aplica para Gamboa
La fracción del PRI en la Cámara de Diputados se debate en medio del conflicto que generó la conversación entre Emilio Gamboa y Kamel Nacif. Ayer se impuso la línea de los legisladores favorecidos con posiciones de privilegio en la bancada, quienes postergaron, hasta un mejor momento, la discusión de un "código de ética" en el cual se demanda "probidad, moral pública y honorabilidad expresa" en su ejercicio como representantes populares.
A pesar de estos preceptos y la evidente relación de Kamel Nacif con Emilio Gamboa Patrón, los voceros de ese grupo parlamentario, Elizabeth Morales, Beatriz Pagés y Enrique Benítez, redujeron al extremo el valor de las conversaciones grabadas entre el textilero y el coordinador legislativo.
Los voceros antepusieron el argumento de la ilegalidad que conlleva la grabación de conversaciones privadas, y por tanto no sucede nada. Argumentaron que el código de ética elaborado por el diputado Javier Guerrero se había redactado antes de la emisión de la plática entre el textilero y el legislador.
Dicho código de ética, presentado ayer, acota y castiga las acciones ilegales y carentes de moral de los priístas. En los incisos e y f del artículo primero se establece lo siguiente: "Los principios que regirán el desempeño de los integrantes del grupo parlamentario del PRI serán (...) un compromiso con la honradez, la probidad y la transparencia en nuestras acciones como legisladores; un compromiso cabal con las normas de la más acendrada moral pública y honorabilidad expresa".
Por lo que hace a los contenidos de código, en su artículo tercero se plantea que la "representación popular exige solvencia moral. Si toda actividad relacionada con el manejo de intereses colectivos la requiere en alto grado, con mayor razón debe ser atributo de quienes, comprometidos con un ideal de elevación humana, valores democráticos y profundo compromiso social participan en acciones legislativas que dan razón de existencia a un partido comprometido con los ciudadanos".
El siguiente postulado indica que el legislador priísta, "en ejercicio de esa moral, está obligado a ser leal, honesto, responsable y solidario en el trabajo que desempeña en favor de la nación, de las instituciones y del partido".
Para Enrique Benítez el citado código proveerá a los priístas de "mayor verticalidad, mayor honestidad, mayor transparencia, mayor rendición de cuentas". Tal argumento fue olvidado cuando se preguntó a los voceros en torno al imperativo ético de los legisladores, en especial de Gamboa Patrón.
-¿Por qué surge la inquietud? ¿Tiene que ver algo con la reciente filtración de la llamada telefónica del diputado Gamboa con Kamel Nacif?
-De ninguna manera. El coordinador parlamentario del PRI, Emilio Gamboa, ha dejado en claro este tema. Tiene que ver con la intención de los diputados de poder ordenar nuestra participación al interior del grupo, dar cumplimiento a los documentos básicos del PRI, dentro de los cuales tenemos un código de ética; dignificar la tarea de los legisladores y fortalecer y cohesionar al grupo parlamentario. No tiene ninguna injerencia de carácter político. Por el contrario, mantener la unidad del grupo en torno a Emilio Gamboa.
-La propuesta de código de ética refiere que los diputados tienen un compromiso con la honradez, la probidad y la transparencia, y con las normas de la más acendrada moral pública y honorabilidad expresa -se le planteó.
-Queda muy claro que insisten en el tema. Ese asunto ha quedado muy explicado, pero volvemos a comentar. En la conversación -ilegalmente grabada y dada a conocer en los medios de comunicación- nunca se toca el tema de ninguna relación con algún supuesto pederasta o con algún cometedor (sic) de algún ilícito, no hay una relación directa (...) considero que el tema de la conversación, que lo siguen tocando, ha quedado aclarado. Emilio Gamboa ha dado testimonio, él, personalmente, de no tener ninguna relación que lo vincule con ningún tema del cual puedan avergonzarse ni él ni la bancada del grupo parlamentario del PRI. Creo que se ha exagerado esa conversación, que no fue sino una grabación fuera de contexto y que no tiene relación ni con la agenda legislativa ni con el código que estamos discutiendo en este momento. Aspiramos a ser los diputados de mejor conducta y mejor moral pública.