La derecha, en alza ante comicios municipales en Hungría; declive socialista: sondeo
Continúan las protestas en Budapest en demanda de la renuncia del premier
Muchos manifestantes agitaban banderas del régimen pro nazi húngaro de los años 30 y 40
Ampliar la imagen Miles de personas se manifiestan en la capital húngara contra el gobierno del primer ministro socialista Ferenc Gyurcsany Foto: Ap
Budapest, jueves 21 de septiembre. Más de 10 mil manifestantes se reunieron la noche de este miércoles en el centro de Budapest para una tercera jornada de protestas populares contra el primer ministro socialista Ferenc Gyurcsany, quien advirtió que su gobierno "no tendrá paciencia" con quienes "se salgan de la legalidad".
Los actos concluyeron la madrugada de este jueves con saldo blanco, en tanto que horas antes la policía contuvo a decenas de cabezas rapadas (neonazis) que, al margen de las protestas, habrían provocado los disturbios del martes pasado.
Los manifestantes exigen la renuncia de Gyurcsany luego de que éste reconoció haber "mentido", lo que provocó el pasado lunes por la noche los peores disturbios desde 1956, cuando tropas soviéticas aplastaron un levantamiento popular contra el régimen comunista de la época.
El ambiente, apacible al principio y con numerosos cánticos, se tensaba progresivamente con discursos agresivos contra el primer ministro húngaro, aunque sin actos de violencia.
"Renuncia, renuncia", gritaba la multitud, agitando banderas húngaras así como otras de color rojo y blanco, que fueron utilizadas por el régimen pro nazi húngaro durante la Segunda Guerra Mundial.
Cientos de policías persiguieron a unos 80 cabezas rapadas en las calles de Budapest, a los que se atribuyeron los actos violentos de la víspera.
Los policías bloquearon varios ejes del centro de la ciudad y lograron cercar a unos 80 neonazis que se habían separado de la manifestación, según imágenes difundidas por la televisión privada.
Hacia la una de la madrugada local, sólo quedaba un centenar de manifestantes frente al Parlamento, en Budapest, ya que la mayoría de los que manifestaban se dispersaron en calma.
Por otro lado, el edificio de la televisión nacional húngara MTV en esta capital fue parcialmente desalojado a causa de una alerta de bomba, luego de una falsa alarma un poco antes en la sede de la televisión privada HIR-TV, anunció la policía.
La transmisión de MTV no fue afectada por la evacuación parcial, informaron las fuerzas del orden.
Amenazas gubernamentales
Gyurcsany y el presidente de Hungría, Laszlo Solyom, un independiente cercano a los conservadores, advirtieron hoy en un comunicado conjunto respecto del peligro de las manifestaciones masivas.
"Luego de los hechos violentos de la noche, los organizadores de toda manifestación masiva deben evaluar su capacidad y la de la policía para garantizar la seguridad y asegurar que ningún participante se salga de la legalidad", advirtieron.
"No tendremos paciencia con ellos", declaró Gyurcsany, al referirse a los centenares de manifestantes que demandan desde el pasado lunes su dimisión por medio de actos violentos.
Los enfrentamientos entre la policía y centenares de manifestantes dejaron un saldo de 57 heridos y 98 detenciones durante la noche del martes en Budapest, según las autoridades.
Janos Ader, uno de los principales dirigentes del partido de derecha Fidesz, además de vicepresidente del Parlamento, exigió este miércoles la renuncia incondicional de Gyurcsany.
"El primer ministro y su gobierno deben partir, sean cuales fueren los resultados de las próximas elecciones municipales", declaró a la televisión pública.
El martes, el presidente de Fidesz, Victor Orban, se limitó a pedir la renuncia del primer ministro en caso de derrota de los socialistas en las elecciones municipales del primero de octubre.
En las últimas encuestas de opinión, los socialistas obtenían sólo 23 por ciento en las intenciones de voto, contra 34 por ciento para Fidesz.
Las protestas comenzaron luego de que la radio pública húngara difundió el domingo anterior la grabación de un discurso a puertas cerradas ante los diputados del Partido Socialista, en mayo último, en que Gyurcsany declaraba que el gobierno sólo había hecho "estupideces" y mintió durante un año y medio para esconder su proyecto de austeridad.
El lunes, Gyurcsany reconoció la autenticidad de la grabación que amenaza con derribar a su gobierno.
El Ejecutivo anunció a mediados de este año medidas de austeridad impopulares -aumentos fiscales y bajas de las subvenciones- para reducir el déficit público sin precedentes del país, ante la perspectiva de la adopción del euro.