PRI, PAN o el clero, posibles responsables: académico
La implicación de Rivera, probable ajuste de cuentas
A pesar de que la corte superior de California podría no tener competencia para conocer del presunto delito de encubrimiento de un cura pederasta por parte del cardenal Norberto Rivera Carrera, no ocurriría lo mismo si se trata de "falsas declaraciones ante cualquier autoridad de ese país, por lo que el simple hecho de que se presente a declarar allá implica una humillación para él y la Iglesia católica", aseguró Elisur Arteaga Nava, especialista en derecho constitucional de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Consultado por este diario, afirmó que el cardenal Roger Mahony, arzobispo de Los Angeles, "podría tratar de eludir su responsabilidad y señalar que quien conocía de los antecedentes de Carlos Nicolás Aguilar Rivera, presunto responsable de abusar sexualmente de más de 90 niños en México y en Estados Unidos, era Rivera Carrera, lo que pondría en serios aprietos al arzobispo, aunque es de esperarse que sus declaraciones sean de conformidad con lo que establece el Vaticano".
Insistió en que si no se presenta a declarar, en caso de que lo solicite la corte de California, en cuanto pise el país vecino "será detenido, no tanto como responsable de un presunto delito, sino por desacato a una autoridad judicial, pero si se presenta corre el riesgo de incurrir en falsas declaraciones ante una autoridad, algo que es considerado una falta muy grave en cortes estadunidenses".
Arteaga Nava aseguró que más que un caso jurídico, en el que existen "pocas posibilidades de que la denuncia prospere en territorio nacional", el cardenal Rivera Carrera enfrenta una situación "netamente política. Podemos suponer que en realidad se trata de un ajuste político a un personaje que en varias ocasiones violentó el artículo 130 constitucional y que ha contraído diferentes compromisos políticos con algunos partidos".
Si el compromiso fue con el PRI, "esto podría ser un recordatorio de que falló", mientras que para el PAN "se estaría llegando al extremo de un extrañamiento por no cumplir en la medida de lo que se esperaba de él o porque próximamente podrían pedirle un favor para ayudar a legitimar a algún personaje.
"Tampoco podemos descartar que se trata de un ajuste de cuentas entre la Iglesia, ya que es sabido que Rivera Carrera estaba asumiendo un papel protagónico frente al clero de Guadalajara y Monterrey, más allá del liderazgo que le confiere su posición como arzobispo primado de México."
Otra posibilidad, aunque mínima, indicó, es que el cardenal "pretendía asumir muchas posiciones dentro de la actual administración pública e imponer a secretarios de Estado o funcionarios afines a su ideología. Ahí está el caso de Horacio Aguilar Alvarez en el Instituto Federal de Acceso a la Información Pública y de Bernardo Fernández del Castillo Sánchez, quien además de ser su abogado es uno de sus candidatos en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación".
Sin embargo, insistió, en este momento, más que apoyo, sus candidatos están recibiendo el beso del diablo.